articulos |Publicado el 06-06-2025

Experimentación de cosméticos y productos de higiene en animales

Los cosméticos y productos de higiene deben ser testeados antes de salir al mercado, sus químicos y formulaciones pueden ser dañinas para nuestra salud, la pregunta es si es que el modelo que se ha utilizado durante décadas es el más adecuado...

¿Qué es la experimentación animal en cosméticos?

A pesar de los avances en métodos alternativos y las crecientes preocupaciones éticas, millones de animales continúan siendo utilizados en pruebas para productos de belleza y cuidado personal. Este tipo de ensayos en cosméticos implica someter a animales a diversas pruebas para evaluar la seguridad de productos o ingredientes destinados al uso humano. Pueden incluir la aplicación de sustancias en la piel o los ojos, la ingestión forzada de compuestos químicos o la exposición a inhalación de aerosoles. Los animales comúnmente utilizados incluyen conejos, ratones, ratas y cobayas.

Históricamente, los ensayos in vivo se ha utilizado como un medio para predecir posibles reacciones adversas en humanos. Sin embargo, las diferencias fisiológicas entre especies cuestionan la validez de estos resultados. Además, la presión regulatoria en ciertos países, como China, ha llevado a algunas empresas a continuar con estas prácticas para acceder a mercados específicos, aunque otras se han mantenido firmes y no han expandido sus mercados por su compromiso con la cosmética cruelty free.

Métodos comunes de experimentación

Test de Draize

Desarrollado en la década de 1940, este test evalúa la irritación ocular y dérmica aplicando sustancias directamente en los ojos o la piel de conejos. Los efectos pueden incluir enrojecimiento, úlceras y ceguera. Este método ha sido ampliamente criticado por su crueldad y falta de relevancia para la fisiología humana. Para más información ingresa aquí

Pruebas de toxicidad aguda

Estas pruebas determinan la dosis letal de una sustancia mediante la administración forzada a animales, observando los efectos hasta la muerte de al menos la mitad del grupo. Los resultados pueden variar significativamente entre especies, lo que limita su aplicabilidad a humanos.

Pruebas de corrosión e irritación cutánea

Se aplican sustancias en la piel afeitada de animales para observar reacciones como enrojecimiento, inflamación o necrosis. Estas pruebas han sido reemplazadas en muchos casos por modelos de piel humana reconstruida.

Sensibilidad cutánea

Evalúa la capacidad de una sustancia para causar reacciones alérgicas mediante aplicaciones repetidas en la piel de animales. Los resultados pueden ser subjetivos y no siempre reflejan las respuestas humanas.

Toxicocinética

Estudia cómo una sustancia se absorbe, distribuye, metaboliza y excreta en el cuerpo. Sin embargo, las diferencias enzimáticas entre animales y humanos pueden llevar a interpretaciones erróneas de los datos.

Carcinogenicidad

Implica la exposición prolongada de animales a sustancias para observar la formación de tumores. Estos estudios son costosos, largos y su relevancia para humanos es limitada debido a diferencias biológicas.

Toxicidad reproductiva y del desarrollo

Evalúa los efectos de sustancias en la fertilidad y el desarrollo fetal. Las hembras preñadas son expuestas a compuestos y posteriormente sacrificadas para analizar a los fetos. Las diferencias en los ciclos reproductivos entre especies cuestionan la validez de estos resultados.

Eficacia de las pruebas en animales

Numerosos estudios han demostrado que los resultados obtenidos en animales no siempre son predictivos de las respuestas humanas. Las diferencias en metabolismo, anatomía y fisiología pueden llevar a conclusiones erróneas, poniendo en riesgo la seguridad del consumidor.

Legislación y regulaciones

La Unión Europea prohibió la venta de cosméticos testados en animales en 2013. Sin embargo, en otros países, como Estados Unidos y China, las regulaciones varían, y en algunos casos aún se requiere la experimentación animal para ciertos productos. En Latinoamérica se ha avanzado con ciertos países como Chile, Colombia y México prohibiendo la experimentación animal en cosméticos y productos de higiene, pero aún queda mucho por avanzar. 

Perspectiva ética

Desde una perspectiva bioética, la experimentación animal en cosméticos es ampliamente considerada inaceptable, especialmente cuando existen métodos alternativos disponibles. El principio de los 3R (Reemplazo, Reducción y Refinamiento) busca minimizar el uso de animales en la investigación. La presión de los consumidores y las organizaciones de derechos animales ha llevado a muchas empresas a adoptar políticas cruelty-free. Sin embargo, algunas marcas continúan realizando pruebas en animales para cumplir con regulaciones específicas de ciertos mercados.

La experimentación animal en cosméticos plantea serias preocupaciones éticas y científicas. A medida que avanzan las alternativas y se fortalecen las regulaciones, es imperativo que la industria cosmética adopte prácticas más humanas y científicamente válidas. Como consumidores, podemos influir en este cambio eligiendo productos cruelty-free y apoyando legislaciones que prohíban estas prácticas.

Si te interesa conocer marcas cosméticas libres de crueldad, ingresa al listado cruelty free aquí.