Historia del Test de Draize

El Test de Draize ha sido es el estándar de la toxicología por muchos años, aunque ha demostrado ser un método muy cruel y poco fiable para realizar pruebas científicas, sigue leyendo para saber más.
El test de Draize, fue desarrollado en 1944 por el toxicólogo John H. Draize y marcó un hito en la experimentación animal al convertirse en el estándar para evaluar la toxicidad de sustancias químicas y cosméticas. Y aunque el test tiene el respaldo de la OECD y fue desarrollado bajo la dirección de la FDA, su validación formal y la consideración como "estándar de oro" han sido cuestionadas, lo que ha llevado a un énfasis en la necesidad de métodos alternativos que puedan proporcionar resultados más precisos y éticos.
El Toxicólogo John H. Draize.
¿En qué consiste el test de Draize?.
Esta prueba tiene dos variantes principales. La primera en desarrollarse fue el test para evaluar la irritación ocular y, en posterioridad, el de irritación dérmica. En ambas, se utilizaron conejos debido a características como el tamaño de sus ojos, facilidad de manejo y bajo costo.
En la prueba ocular, el producto es aplicado directamente solo en un ojo del conejo, en ocasiones más de una vez, mientras el otro actúa como control. Se observa al animal en intervalos horarios durante un tiempo determinado que puede incluir días o semanas, documentando reacciones adversas como enrojecimiento, irritación, inflamación, hemorragias y daño irreversible como corrosión o pérdida total del tejido, y con ello la visión del animal.
En la variante dérmica, la sustancia es aplicada repetidamente en la piel rasurada de conejo, muchas veces causando dolor y lesiones severas. Al finalizar, los animales suelen ser sacrificados para estudiar de manera más detallada sus tejidos y determinar si existe daño a nivel sistémico.
Para realizar estas pruebas de manera controlada, los conejos suelen ser completamente inmovilizados con amarres y maquinaria especial, para evitar que reaccionen frotándose los ojos o removiendo las sustancias nocivas de la zona de prueba. Privar a un conejo de sus instintos de supervivencia y mecanismos de defensa, sobre todo cuando se trata de animales tan inofensivos, provoca graves consecuencias como estrés, angustia y reacciones que interfieren con la obtención de resultados en el estudio, contrario a lo que se cree habitualmente.
Conejo en Bioterio. Understanding Animal Research.
Los efectos adversos esperados como hinchazón, irritación, ulceración, infección, corrosión e incluso ceguera son documentados de manera subjetiva por los investigadores. En algunos casos, a pesar de las medidas de contención, los animales sufren lesiones cervicales o fracturas de columna al intentar escapar de las jaulas o maquinaria que utilizan para inmovilizarlos, con caídas que provocan lesiones, parálisis o incluso la muerte.
Además de ser una prueba sumamente dolorosa, los protocolos originales y algunos actuales, según el contexto de investigación, no incluyen el uso de analgesia ya que, según argumentan, podría alterar los resultados.
Un método innecesario y desfasado
Numerosos estudios han demostrado que los datos obtenidos a través del test de Draize no siempre predicen con precisión las reacciones humanas y generan resultados inconsistentes y poco fiables, incluso falsos positivos debido a varios factores. Principalmente a diferencias en la fisiología ocular y cutánea entre especies, los ojos de los conejos son muy diferentes a los nuestros. Tienen nervios, vasos sanguíneos y células organizadas de forma distinta, además de que carecen de partes esenciales del ojo humano como la mácula en la retina, que permite tener una visión más nítida y detallada. Asimismo, el reflejo de lagrimeo y la cantidad de flujo asociado es muy diferente, ya que reaccionan de otra forma a los estímulos y enfermedades o las sustancias tóxicas que afectan a los humanos, impactando en la validez de los resultados.
Por otro lado, las condiciones de prueba pueden no simular adecuadamente la exposición en situaciones reales, y la reacción observada puede depender de factores como el volumen del líquido aplicado y el tiempo de contacto, lo que puede sobreestimar la irritación que es subjetivamente registrada bajo los criterios de diferentes investigadores. Esto puede llevar a clasificar erróneamente sustancias como altamente irritantes para humanos cuando en realidad no lo son.
Avances en métodos alternativos
La ciencia ha desarrollado múltiples métodos alternativos conocidos como NAMs (New Approach Methodologies), que no solo son más éticos, sino también más precisos y rentables que el test tradicional.
Un ejemplo destacado en Chile es Functional Life, una empresa spin-off de la Universidad de Concepción. Desde el año 2016, este laboratorio utiliza modelos alternativos como EpiSkin y SkinEthicTM RHE, que replican funciones de la piel humana en condiciones de laboratorio, lo mejor de todo es que están validados por la OCDE para reemplazar el test de Draize. Ofrecen otros análisis de seguridad y eficacia para cosméticos mediante protocolos estandarizados, como ensayos de cicatrización, irritación y efectos antioxidantes en piel reconstruida.
SkinEthic HCE / Epitelio corneal. L’Oréal, EpiSkin.
Además, están implementando métodos avanzados para evaluar irritación ocular, reemplazando pruebas tradicionales en animales. Usan un modelo llamado EpiOcular, que reproduce el epitelio corneal con células humanas, demostrando la eficacia de evaluar la toxicidad ocular sin usar animales. Desde una perspectiva biotecnológica, el desarrollo de métodos alternativos, como EpiSkin, SkinEthicTM RHE y EpiOcular, representa un avance muy significativo hacia la eliminación de este tipo de pruebas. Estas innovaciones no solo imitan de manera más precisa las características fisiológicas humanas, sino que también promueven la ciencia ética y sostenible que tanto hemos esperado, alineada con las demandas internacionales de la medicina global y las expectativas sociales sobre el bienestar animal.
La adopción de estos modelos alternativos en Chile demuestra el impacto positivo de la integración de la biotecnología y la ética en la investigación. Laboratorios como Functional Life lideran este cambio al implementar soluciones libres de crueldad que combinan precisión científica, reducción de costos y cumplimiento de normativas internacionales. Este enfoque no solo refuerza la calidad de los datos obtenidos, sino que también posiciona a la región como un referente en el desarrollo de metodologías innovadoras y responsables.
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