Checklist esencial para certificarse como Cruelty Free

En este artículo compartimos recomendaciones clave para empresas que desean obtener la certificación cruelty free, incluyendo requisitos técnicos, criterios regulatorios y factores que pueden agilizar el proceso.
El crecimiento de la preocupación por el bienestar animal en la industria cosmética ha impulsado una mayor exigencia de respaldos que certifiquen la veracidad del atributo “cruelty free”. Las personas ya no se conforman con un sello visible: quieren saber qué hay detrás de él, y esa inquietud también ha permeado a las empresas.
Por eso, en esta oportunidad daremos a conocer aspectos técnicos importantes que una empresa debe considerar al optar a una certificación cruelty free. También desmitificaremos la creencia errónea de que este sello solo se compra y no implica ningún tipo de evaluación.
Requisitos clave para postular a la certificación
1. Composición del producto:
Es esencial que al menos uno de los ingredientes pertenezca al rubro cosmético o industrial. Por ejemplo: perfumes, aceites, salicilato de etilhexilo, alcohol cetearílico, entre otros.
2. Regularización sanitaria:
Todo producto que requiera autorización sanitaria debe estar regulado por la entidad correspondiente. De no cumplir con esto, la marca incurre en una infracción y no cumple con las políticas de Te Protejo.
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Aspectos que facilitan el proceso de estudio
Antes de postular, es importante preparar la siguiente información:
- Productos importados: identificar claramente el país de origen y las fábricas involucradas.
- Productos nacionales: tener claridad sobre los laboratorios o fábricas locales responsables de su elaboración.
Durante el estudio, se requerirá verificar que no exista experimentación animal en ninguna etapa de la cadena de suministro. Además, la marca no debe comercializar en países que exijan pruebas en animales.
¿Qué factores agilizan el proceso?
- Menor cantidad de productos: muchas veces se reciben solicitudes de empresas que no llevan tanto tiempo en el mercado, y, por ende, no poseen tantos productos en su catálogo. En estos casos, el proceso suele ser más rápido, ya que existe una revisión de menos ingredientes y productos, y si luego la marca lanza nuevos productos, estos se incluyen de manera automática en la certificación.
- Producción nacional: cuando las empresas trabajan con laboratorios locales, se suele facilitar la gestión porque la comunicación es más directa, y muchas veces el equipo de Certificaciones puede entrar en contacto con los laboratorios para solicitar la información pendiente.
- Elaboración propia: si la empresa es la que está también encargada de elaborar sus productos, el proceso suele tornarse mucho más sencillo, ya que al ser su propio maquilador, de seguro manejarán la información de sus proveedores e insumos, que es la clave de este proceso. Mientras menos intermediarios existan en la cadena de producción, más simple se vuelve el estudio.
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Clave para una certificación exitosa
A pesar de que estos factores juegan a favor de las empresas, con base en nuestra experiencia, un proceso más rápido o eficaz, siempre dependerá de la proactividad de la empresa, y en segundo lugar, de la colaboración de las fábricas y/o proveedores de insumos. A medida que se mantenga una comunicación fluida, se podrá avanzar con el proceso y finalmente culminar con una certificación exitosa.
¿Estás interesada en optar a la certificación libre de testeo en animales? Escríbenos a [email protected]g para mayor información.
¿Quieres saber qué marcas están certificadas como libres de testeo en animales? Visita nuestra sección de marcas cruelty free.
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