Hace unos meses conversando mientras tomaba un cafecito con una de mis amigas comenzamos a hablar sobre los productos cosméticos que utilizábamos para nuestra higiene personal y maquillaje. Luego de muchas horas de conversa y obviamente irnos por las ramas del tema central un montón de veces, la experimentación animal que conllevaba un producto cosmético de muchas marcas fue finalmente puesta sobre la mesa. Donde por supuesto, llegamos a una conclusión en común, y es que al final somos nosotr@s como individuos quienes podemos lograr este cambio.

Claro está que la experimentación de productos cosméticos en animales ya no es un secreto, por el contrario, se ha convertido en una práctica altamente rechazada por la sociedad. El apoyo a las pruebas alternativas y marcas Cruelty Free han tenido un gran auge dentro de este concepto, donde tú querid@ lector/a y yo, no quedamos exentos.

Seguramente si estás leyendo este post es porque apoyas la causa, ya te has cambiado a la comunidad Cruelty Free o quizás buscas informarte para poder hacer el cambio. No importa cuál sea el motivo, pues tenerte aquí ya implica un logro para nosotros, captar tu atención para así darte la bienvenida a la comunidad Cruelty Free y de consumo consciente. Un camino que de seguro no te arrepentirás en comenzar.

Y es que este cambio de mentalidad y unidad por los animales no ha sido solo por parte de nosotros como personas individuales, sino también ha sido un movimiento al que favorablemente se han unido muchas organizaciones, sectores políticos, empresas y marcas cosméticas. Hemos generado una comunidad gigantesca y que cada día crece más, comunidad que nos permite hoy en día gracias al gran apoyo de entes mencionados anteriormente, tener una opción Cruelty free de cada uno de nuestros productos preferidos.

La lucha crece y la disponibilidad de opciones certificadas con testeos alternativos se hace cada vez más grandes a nivel mundial. Los gobiernos toman conciencia y las legislaciones de protección animal ya están puestas sobre la mesa en muchos países y, aunque no lo creas por personas como tú querid@ lector/a, es que esto se ha vuelto posible. A ti que te ha llamado la curiosidad, que tomaste o estás tomando conciencia sobre una realidad no exenta de crueldad, una realidad que tiene otro camino donde no se requieren abusos, una realidad por la que tú puedes votar. Y no, con votar no me refiero necesariamente a la acción que realizas al firmar una petición, expresar tu opinión en una marcha o a través de campañas por redes sociales. Tu voto parte por casa y es que cada vez que tomas preferencia por un producto certificado Cruelty free, estás votando por él.

¡Exacto!, con tan solo escoger tu producto libre de crueldad estás haciendo el cambio. Imagina… ¿Qué pasa si una persona como tú, que sintió curiosidad en un momento toma conciencia e investiga? ¿Qué pasa si una persona como tú cambia su jabón no certificado por uno que sí lo está? y ¿Qué pasa si como tú son muchas personas?

Tu voto sobre que te llevas para casa se puede transformar en un cambio social. Tu acción se suma con las acciones de quien está a tu lado y de quien está a su lado y así sucesivamente cada vez vamos uniendo más personas con su producto certificado. ¿Y qué pasa si logramos un cambio social en forma de cadena? La concientización y los votos en conjunto transformarán la preferencia hacia ciertas marcas certificadas Cruelty free.

Porque al final si alguien está logrando que gobiernos y marcas cosméticas tomen conciencia sobre una problemática y no solo eso, sino también logrando que estas se hagan cargo y promuevan el cambio eres tú querid@ lector/a, tú que escogiste ese jabón Cruelty free versus uno no certificado, tú que hiciste tu voto y dejaste en claro tu posición y preferencia. Por eso muchas gracias, gracias por generar conciencia y unirte a la comunidad.

Juntos podemos y gracias a ti cada vez somos más por esta meta.

¡Te invitamos a conversar de esta temática con tu entorno! invítal@s a generar curiosidad, a informarse, cambiar sus productos por unos Cruelty Free y junto a esto también ser promotores del cambio.

¡Nos leemos pronto! 

Magdalena Dastres.