¡Hola queridas y queridos lectores de Te Protejo! El día de hoy vengo a contarles acerca de la depresión, un concepto muchas veces manoseado, pero pocas veces entendido en cabalidad. La depresión es más que simplemente tristeza o que levantarse un día sin ganas de nada. Es un trastorno del ánimo que conlleva cambios en el humor, irritabilidad, tendencia a la tristeza, ausencia de entusiasmo que trasciende lo que sería normal, falta de energía y ganas de hacer las cosas que normalmente nos gustan. Tiene una duración más allá de dos semanas. Se acompaña de distintos síntomas, como cambios en el apetito y peso, problemas para pensar con normalidad, sensación de enlentecimiento, sentimientos de culpa, cuestionamientos a uno mismo, alteraciones del sueño, ganas de aislarse, entre otros. Estos indicios afectan la calidad de vida y funcionalidad de la persona que la padece. Puede también existir ideas de deceso, desde la falta de ganas de vivir hasta planes concretos para acabar con su vida. Entre sus causas, hay una predisposición genética que provoca que algunas personas desarrollen cuadros depresivos ante condiciones ambientales (problemas familiares, personales o de otro tipo), mientras que otras personas salen de ellos sin cuestionarlo. Es importante destacar que la depresión no es algo que se elija voluntariamente y, por lo mismo, no es llegar y decidir sanarse. No depende de la voluntad de la persona ni de sus deseos por salir adelante. Existe un desequilibrio neuroquímico al nivel del organismo que debe ser tratado en forma multidisciplinaria. Si no se trata, puede traer problemas mayores, como cronificarse o volver a aparecer más tarde en la vida sin causa aparente. Es por esto que es necesario buscar ayuda profesional. No todas las personas se tratan de la misma forma y es necesario ser evaluado por un equipo, lo más integral posible, que debe estar compuesto al menos por psicólogo y médico. El tratamiento puede incluir psicoterapia, antidepresivos, intervenciones familiares, fármacos para bajar la ansiedad o mejorar problemas de sueño, terapias complementarias y evaluación por especialista, etc.  Es importante realizar una evaluación lo más completa posible para decidir la mejor terapia para cada persona. ¿Qué hacer si crees que tienes depresión?  Lo más importante es no guardarte lo que te está pasando y buscar ayuda. Puedes acudir a tu familia, amigos o a tu centro de salud, donde te sientas más cómodo y en confianza. Si no quieres hablar con alguien a la cara, puedes llamar a Salud Responde (600 360 7777), donde podrás encontrar apoyo y orientación. Si no tienes saldo, pinchando el link puedes encontrar la forma de que te devuelvan el llamado. No debes sentir culpa ni vergüenza de lo que sientes. No es algo controlable y le puede pasar a cualquier persona. Recuerda que de por sí tu vida es valiosa y que existen alternativas para ayudarte a salir de lo estés pasando. Espero que esto les ayude a orientarse y si tienen alguna duda en particular, ¡con gusto la respondo en los comentarios!