reviews |Publicado el 15-03-2014

Desodorante Aromaco, Lush

La semana pasada, en medio de la planificación para lo que sería la última oportunidad de escaparme de la ciudad antes de empezar con clases y quedar sin vida, ocurrió lo peor: me quedé sin desodorante. Y no precisamente porque se haya acabado (ahí una con cierta anticipación va, se compra la cuestioncita y se acabó el drama), sino que, gracias a la desafortunada fuerza de gravedad, cayó al suelo y se rompió en mil pedazos. Adiós piedra de alumbre, fue un gusto creer que me durarías como por tres años. Así que tuve que ponerme de cabeza a cotizar desodorantes. Revisé varias opciones, comparando sobre todo costos y qué tan fácil sería obtenerlo (porque digámoslo: a veces es difícil coordinar con los dealer de productos naturales por la falta de tiempo) y llegué  a la solución única: Aromaco. Tengo un Lush a cuadras de la pega, y otro me quedaba muy cerca del centro, donde tenía que ir por esos días, así que me lancé a la aventura. Aromaco, es un desodorante para toda la humanidad. Puede ser ocupado en axilas, pies u otros lugares donde lo necesiten (aunque no se me imagina a qué otro lugar podría ponerle desodorante, ¿entrepierna?). Está compuesto principalmente por aceite de patchulí que es refrescante, mantiene los poros cerrados y además es calmante, o sea, ideal para pasarlo después de depilarse.

Aromaco_interior

Su formato es sólido, como un trozo de queso (de hecho, lo venden en bloques de 100 grs., aunque mi bloque salió unos gramos más grande), así que para aplicarlo hay que humedecer un poco la zona y pasarlo como lo harían con un desodorante en barra común y silvestre. Ahora viene el veredicto. Después de comprarlo lo usé de inmediato (obvio, si me había quedado huérfana de desodorante, daaaa). Pasó por mañanas frías, tardes cálidas, pero el mayor desafío fue el mismo viernes de mi viaje vacacional, cuando corrí desde la pega hasta el terminal de buses para llegar a la hora. Subí escaleras, nadé entre la gente en el vagón del metro y finalmente, cuando llegué a destino, todavía sentía en su máximo esplendor el olor a pachulí. O sea, PASÓ LA PRUEBA. Respecto al olor a patchulí: muchas creerán que después de usarlo olerán a feria artesanal, pero NOT. El olor a ESTE patchulí es agradable. Al principio me parecía medio fuerte, como masculino, pero creo que después la esencia se acopló a mis perfúmenes de mujersh, y ahora huele bastante agradable. En este mismo sentido, me arriesgaría a decir que este desodorante es perfectamente unisex. Sobre el ítem "precio": creo que es importante pronunciarse respecto a esto. La barrita que 100 grs. cuesta $5.500.-, los que en un principio me parecieron una inversión bastante fuerte. Sin embargo después de hacer el ejercicio 100 grs. = $5.500 versus los $2.000.- que puede llegar a costar un desodorante en barra de 40 grs., creo que la relación de precios no es tan mala, sobre todo si consideramos que nos estamos ahorrando un envase que después botaremos a la basura. En síntesis: amor. Totalmente contra el olor axilar, así que no pasarán sustos ni vergüenzas. Quizás les incomode que no tenga envase, pero para que no anduviera suelto en mi cajón, lo guardo dentro del envase de otro producto que ya no uso. ¿Transportarlo a algún lugar? para mis vacaciones, lo metí dentro de una bolsa Ziploc y se acabó el problema. Actualización: siendo enero de 2015, puedo decir que este barrita, en apariencia insignificante, me duró nada más ni nada menos que 6 MESES. O sea, 6 meses de no botar un envase plástico y no gastar las dos lucas en promedio que cuesta un desodorante en barra. Hácete esa, Bárbara Blade. Cuánto: $5.500, 100 grs. Dónde: pueden encontrarlo en todas las tiendas Lush. Encuentren su tienda más cercana aquí .   ¡Que tengan buen fin de semana! Y disfruten de lo poco que queda de verano. Francisca – @fran_n Santiago   *Te Protejo no recibió pago por la realización de esta publicación y alude sólo a los buenos resultados obtenidos por el uso del producto.