post |Publicado el 09-11-2014

Documental: The Story of Cosmetics

La primera vez que me cuestioné sobre los ingredientes de mi shampoo tenía doce años. Recuerdo que mi profesora de ese entonces llegó a clases contándonos que había leído en el diario/le había llegado un correo (comprenderán que de eso #mushosañoos así que no me exijan rigurosidad) que decía que uno de los ingredientes presente en prácticamente todos los shampoos del mercado, lauril sulfato de sodio, era considerado cancerígeno. Corta. Después de tamaña advertencia revisé el envase y ahí estaba el lauril, junto a otros  chorromil ingredientes que no tenía idea lo que eran, ni menos, lo que podían hacerle a mi hermosa y en ese entonces púber humanidad. No supe inmediatamente si era cierto pero creo que desde ese día tomé la costumbre de leer las etiquetas de todo producto que llegue a mis manos. Y claro, pasan los años, leo las etiquetas y ¿qué veo? el mismo lauril con los otros impronunciables ingredientes sacándonos la lengua en el shampoo, bálsamo, desodorante y cuanto producto de uso cosmético se nos ocurra. A nosotros y a nuestra ignorancia porque no tenemos idea de lo que esos nombres causan en nuestro organismo. Justamente de esto es lo que habla The Story of Cosmetics: de los mismos creadores de The Story of Stuffeste breve documental examina el uso generalizado de ingredientes químicos tóxicos en los productos de cuidado personal, mostrándonos las consecuencias para la salud de los consumidores, trabajadores que los manipulan y el medio ambiente. Story_cosmetics1 Para variar, la falta de regulación impulsada por intereses económicos, es la protagonistas de esta historia. Además, la desinformación e ignorancia son usadas como la mejor herramienta de los conglomerados de belleza para distraernos y ocultar tras eufemismos la verdad sobre sus ingredientes. Suena bastante a conspiración reptiliana pero pucha chiquillas, lamentablemente es así. Sin duda, es una realidad difícil de cambiar. Muy difícil. Sin embargo, creo que como consumidores, de la misma forma que podemos elegir entre un shampoo que deja el pelo liso u otro que tiene olor a frutas y promete dejarlo crespo, tenemos el derecho y la obligación de saber qué es lo que estamos poniendo sobre nuestros cuerpos a diario y elegir si queremos hacerlo o no. Porque aunque la etiqueta diga "con ingredientes 1000% orgánicos" sabemos que no es así. Story_cosmetics2 Afortunadamente, dentro de nuestra realidad local existen estos pequeños emprendimientos cosméticos (muchos de ellos certificados por Te Protejo) que además de no testear en animales, está preocupados y ocupados de ofrecernos productos sin tóxicos ni ingredientes de dudosa procedencia. Así que no todo está perdido: podemos elegir. Y aunque tenemos opciones, creo que la opción  principal es INFORMARSE. Por último, si me da lo mismo ponerme petróleo directo del foso en la cabeza, lo hago de forma consciente. Porque yo lo elegí así. Les dejo el video para que lo vean: https://www.youtube.com/watch?v=uHvWKaXc-rM ¡Que tengan buen fin de semana! Por Francisca Santiago @fran_n