A muchas nos ha pasado que a medida que vamos conociendo nuevas marcas nos vamos encontrando con agradables sorpresas respecto a ellas, pero no me refiero sólo a su efectividad o beneficios, sino que a la responsabilidad que incurren muchas de éstas con el entorno. A su vez, la compra de productos no testeados en animales, producen un círculo virtuoso a nuestro alrededor que a veces no es tan evidente a nuestros ojos, es por ello que este post tiene por objetivo orientar acerca de muchos de los beneficios que significa preferir cosméticos y productos libres de crueldad en general, dedicado especialmente a consumidor@s exigentes como yo y lector@s escépticos.

Antes de contarles, es lícito aclarar que no todas las marcas o productos cuentan con todas las características descritas, estamos hablando de los plus que poseen éstas por sobre las marcas testeadoras, como argumentos adicionales a nuestra lucha:

1. Más naturales: Si existen componentes más efectivos para el cuidado personal, ésos son los que encontramos en la naturaleza.  Muchos productos cruelty free son elaborados a partir de ingredientes frescos, los cuales pasan todas las pruebas de seguridad para el consumo humano y no necesitan contemplar el testeo en animales para comprobarlo. Además, encontraremos muchos productos libres de sustancias tóxicas para nuestro cuerpo, tales como los parabenos o el plomo.

2. Amigables con el medioambiente: Una de las principales prácticas a destacar por muchas marcas es minimizar los impactos que produce la actividad a lo largo de la cadena de producción, desde la elaboración al consumo. Y es así como vemos llamativos envases que podemos reutilizar, bolsas y etiquetas elaboradas a partir de elementos reciclados, incluso productos que evitan a toda costa el uso de envases y embalaje (como muchos de Lush). A pesar de ser pequeños detalles, que para muchos sólo forman parte de la presentación, devela el compromiso que se tiene también con el cuidado de otras formas de vida en los ecosistemas, tal como los bosques y su tala indiscriminada.

3. Menos presión sobre recursos naturales: Por el origen de sus componentes y el tamaño de producción de estos productos existe un uso más mesurado de recursos como la energía eléctrica y el agua. Es posible ver hoy en día indicadores como la huella hídrica o la huella de carbono que nos permite informarnos acerca de cuál es el consumo del recurso durante la cadena completa de producción o la producción de GEI (gases de efecto invernadero) durante una determinada actividad de manera directa o indirecta.

¿Sabías que para producir un kilo de carne de res son necesarios aproximadamente 13.000 litros de agua? (Fuente)

4. Fortalecimiento economías locales: La plataforma de Te Protejo ha permitido difundir muchos emprendimientos a nivel nacional realizados a partir de la elaboración y comercialización de marcas propias en el rubro de la cosmética natural que se sustentan, a mi parecer, en dos pilares fundamentales: el uso responsable de los recursos y el comercio justo. Entonces, no sólo estamos prefiriendo un producto que no testea en animales, sino que también fomentando el desarrollo de un entramado social- económico no menor a partir de nuestra conducta de consumo.

Sin lugar a dudas, existen más beneficios asociados a estos productos, que es posible retomar en una segunda parte, pero considero que estos cuatro puntos pueden ser insumo suficiente para que l@s consumidor@s exigentes como yo, reafirmemos nuestra decisión y l@s escéptic@s se puedan preguntar:

¿Qué hago yo por mi entorno y por lo que me rodea?

Hasta un nuevo post!