Ansiedad: ¿Cuándo deja de ser normal?
Hola queridas y queridos lectores de Te Protejo. Hoy vengo a contarles algunas cosas sobre un tema mucho más normal de lo que creemos: La ansiedad. Con el ritmo de vida que llevamos hoy a nivel de sociedad, compitiendo permanentemente y con altas expectativas respecto a lo que "debemos" lograr, sumado a ocupaciones estresantes y la necesidad de permanentemente mostrar resultados al resto, es muy habitual que alguien de nuestro círculo cercano -incluso, nosotros- haya experimentado sensaciones de inquietud y nerviosismo, conocidas como ansiedad. Hay que aclarar que, en cierto grado, la ansiedad es normal. Es una respuesta de nuestro organismo a nivel físico y mental que nos permite reaccionar ante lo que nos rodea y nos impulsa a superar obstáculos. Si no sintiéramos nerviosismo ante la anticipación de eventos importantes como una prueba o una primera entrevista, probablemente no tendríamos la motivación para prepararnos en forma adecuada. El problema surge cuando la ansiedad se vuelve una enfermedad y comienza a dominar nuestra vida. El límite entre lo normal y lo patológico está dado principalmente cuando la ansiedad nos impide desarrollar nuestras actividades y/o aparece ante situaciones que no deberían provocarnos tanta inquietud. Sentir palpitaciones, sudoración y miedo ante la sola idea de salir de nuestro hogar no es normal. O paralizarnos y no poder hablar en una disertación, tampoco. Estar permanentemente sintiendo que algo malo puede pasar o tener síntomas físicos de nerviosismo sin algo que lo provoque, también es un signo de alerta. Existen distintos tipos de trastornos que se centran en la ansiedad. Las crisis de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada, las fobias y el trastorno obsesivo-compulsivo son algunos ejemplos. Como puedes ver, algunos bastante graves y que sí ameritan un tratamiento. Incluso, hay enfermedades física como el hipertiroidismo que pueden provocar síntomas similares a la ansiedad y que también son necesarias descartar. Si sospechas que puedes estar pasando por momentos complicados, más allá de la ansiedad normal, debes pedir ayuda. Hablar con alguien de confianza, acudir a un psicólogo y a un médico son pasos necesarios para mejorar tu calidad de vida y poder controlar esto. Sé que es difícil, sobre todo en la red pública, encontrar profesionales verdaderamente dispuestos a escuchar cuando el problema no viene del cuerpo. Pero por tu salud mental y tu calidad de vida, es necesaria una evaluación. Así como con la fiebre, nuestro cuerpo manda señales y es necesario escucharlas. ¿Qué puedes hacer también para ayudarte a manejar esto? El yoga, la meditación, el ejercicio, llevar un estilo de vida sano sin consumo excesivo de cafeína, alcohol y tabaco; cultivar nuestros lazos sociales y desarrollar hobbies resultan muy importantes en poder botar la ansiedad y que no nos pase la cuenta. Aunque no sea normal, esto es mucho más común de lo que creemos y es importante que nos empecemos a hacer cargo también de nuestro ámbito emocional. Espero que les haya servido este artículo, cualquier duda que tengan la resolveré con mucho gusto en los comentarios.
Comparte:
Copiar URL Más posts de Camila C.Al enviar tus consultas o comentarios estás accediendo a recibir nuestro newsletter de forma mensual.
AGREGAR UN COMENTARIO