articulos |Publicado el 12-07-2025

Housing. La iniciativa de las 3H

¿Sabías que pequeños cambios en el entorno de ratones y ratas de laboratorio pueden transformar su bienestar? En esta nota se explora cómo el enriquecimiento social y ambiental marca la diferencia.

El alojamiento de ratones y ratas de laboratorio, (conocido como "housing"), está limitado por muchos factores importantes tanto para el manejo de su bienestar como para poder llevar a cabo procedimientos científicos. Estos factores incluyen:

La capacidad de realizar controles regulares de bienestar y monitoreo individual.

La capacidad de identificar y manipular animales individualmente para procedimientos.

La capacidad de mantener la higiene y alcanzar altos niveles de bioseguridad.

La capacidad de gestionar la reproducción y mantener colonias extensas de animales genéticamente modificados.

Limitaciones de espacio, tiempo y consideraciones ergonómicas para el personal encargado del cuidado de los animales.

Estos factores han sido los principales impulsores del actual estilo de jaulas tipo “caja de zapatos” que se utiliza para la mayoría de los ratones y ratas en entornos de laboratorio.

Para lograr un bienestar positivo, los animales necesitan poder expresar comportamientos naturales en una medida suficiente para evitar el desarrollo de estados afectivos negativos. Señales evidentes de los impactos negativos de los sistemas de alojamiento convencionales incluyen el desarrollo de comportamientos estereotipados (como mecanismo de afrontamiento activo) o un aumento de la inactividad (como mecanismo de afrontamiento pasivo). Proporcionar a los animales más espacio y mayor complejidad en su entorno tiene efectos positivos en su bienestar. Sin embargo, ofrecer un alojamiento más naturalista de forma continua resulta difícil de implementar junto con la mayoría de los estudios científicos y la gestión de ratas y ratones de laboratorio. Adaptaciones al entorno de la jaula pueden proporcionar enriquecimiento sin necesidad de cambiar la densidad de animales o los sistemas de jaulas estándar. También es posible mantener a los animales en las jaulas convencionales y brindarles acceso, durante períodos breves, a entornos altamente enriquecidos mediante áreas de juego. Esto favorece un bienestar positivo al mismo tiempo que permite cumplir con los objetivos científicos.

El entorno de laboratorio es altamente artificial y puede tener un impacto importante en el desarrollo normal de los animales, lo que afecta la validez científica del modelo generado. Los animales se alojan en altas densidades, con acceso limitado al espacio y a la diversidad ambiental. Generalmente, se destetan en grupos emparejados por edad y sexo, lo que impacta su desarrollo social, y el alojamiento en sistemas IVC (jaulas ventiladas individualmente) restringe aún más la exposición a comunicaciones entre congéneres, incluidas las vocalizaciones y las feromonas.

Enriquecimiento social

Proporcionar a los animales acceso a congéneres.

Las ratas son altamente sociales y, de forma natural, viven en grupos familiares extendidos. Generalmente, forman jerarquías sociales estables en el entorno de laboratorio y no suelen mostrar altos niveles de agresividad. Son menos activas que los ratones, pero más inteligentes, por lo que se benefician especialmente del enriquecimiento social y la diversidad sensorial.

Los ratones son considerados una especie social y se benefician del alojamiento en grupo, pero la agresividad entre machos alojados en grupo representa una preocupación importante en cuanto al bienestar. Aunque asumimos que el alojamiento grupal es mejor que el individual, la evidencia que respalde esta idea es limitada. Estudios realizados en la década de 1960 por Peter Crowcroft cuestionan la idea de que los ratones sean altamente sociales, ya que su trabajo mostró cómo los machos dominantes excluyen a otros machos de su territorio. Hemos utilizado métodos objetivos para cuantificar el estado afectivo de ratones machos en condiciones de alojamiento individual versus grupal, así como en sistemas convencionales versus sistemas IVC (jaulas ventiladas individualmente). Estos estudios sugieren que los ratones machos prefieren vivir solos y que no les agradan los sistemas IVC.

También existe la posibilidad de que haya interacciones entre el entorno de la jaula y el tamaño del grupo. Los ratones machos alojados en grupo, cuando se les ofrece un entorno altamente enriquecido, pueden estar más predispuestos a pelear para dominar estos recursos más valiosos. Además, los ratones suelen mantenerse a temperaturas mucho más bajas que las de su hábitat natural, por lo que pueden buscar la compañía de otros ratones para conservar mejor la temperatura corporal central. Se necesitan más estudios, tanto en ratones machos como hembras, para comprender mejor su sociabilidad, cómo esta se relaciona con el entorno de la jaula y las implicancias que esto tiene sobre su bienestar.

Enriquecimiento ambiental

A pesar de las restricciones del sistema estándar de jaulas de laboratorio, aún es posible proporcionar enriquecimiento ambiental. Las evaluaciones objetivas sobre el valor de los distintos recursos de enriquecimiento siguen siendo limitadas, pero a continuación se enumeran estrategias que pueden tener un impacto positivo en el bienestar animal.

Maximizar el espacio disponible

Los sistemas de jaulas actuales pueden estar limitados en dimensiones generales, pero pueden mejorarse mediante la incorporación de elementos de enriquecimiento ambiental. Para la mayoría de las ratas y ratones de laboratorio, proporcionar material de nidificación, algún tipo de refugio y bloques para roer es una práctica estándar, y representa una gran mejora en el bienestar comparado con los sistemas de jaulas desprovistas de estímulos.

Proporcionar refugio y material de nidificación

Esto es especialmente importante para los ratones, ya que les ayuda a mantener su temperatura corporal. Los ratones, en estado natural, viven en ambientes mucho más cálidos que los de laboratorio, con una zona térmica neutral estimada en 28 °C. Tanto ratones como ratas se benefician de contar con refugios donde puedan sentirse seguros.

Agregar diferentes niveles y utilizar la altura

Sin necesidad de cambiar las dimensiones totales de la jaula, se puede aumentar el espacio disponible añadiendo plataformas y niveles adicionales. Colocar tubos colgantes desde la tapa de la jaula puede ser especialmente útil para los ratones, ya que les permite escapar de conflictos. Las ratas también pasan mucho tiempo erguidas sobre sus patas traseras, por lo que los sistemas de jaulas que ofrecen altura suficiente para permitir la expresión de este comportamiento resultan beneficiosos.

Corral de juego (playpens)

Un corral de juego ofrece un punto medio, permitiendo alojar a los animales en jaulas estándar enriquecidas (o incluso en jaulas simples si el objetivo científico lo requiere), pero brindando acceso a un entorno altamente enriquecido durante un breve período de tiempo. En el caso de las ratas, el corral puede incluir enriquecimiento social, donde animales de edad y sexo similar pueden compartir el espacio. El acceso al corral, con o sin congéneres, puede ser especialmente útil para animales que, por razones científicas, deben mantenerse en aislamiento. En el caso de los ratones, el acceso al corral debe ser solo con compañeros de jaula o de forma individual, ya que puede haber un mayor riesgo de peleas entre machos alojados en grupo debido a la competencia por recursos. Observar a los animales durante su tiempo en el corral es útil por si se presenta algún conflicto.

Estímulos sensoriales relevantes según la especie

Para los humanos, los sentidos dominantes son la vista y el oído, pero en los animales presa, estos sentidos están enfocados en evitar depredadores. Los roedores tienen una percepción sensorial olfativa y táctil altamente desarrollada, y estas dominan sus interacciones sociales y ambientales. También dedican gran parte de su tiempo, en su entorno natural, a buscar alimento. La mayoría de los sistemas de manejo de laboratorio son muy limitados en estos aspectos, ya que se utilizan mobiliarios de jaula y lechos estandarizados, y ambientes de un solo sexo desde el destete. Sabemos, gracias a las pruebas de reconocimiento de objetos novedosos, que tanto las ratas como los ratones pasan más tiempo explorando objetos nuevos, lo que sugiere que los consideran un recurso valioso.

Tipos de enriquecimiento sensorial propuestos:

Enriquecimiento con feromonas: uso de materiales impregnados con olores de congéneres de ambos sexos.

Enriquecimiento olfativo: proporcionar objetos tratados con diferentes aromas, por ejemplo, bolas de madera o coladores de té.

Enriquecimiento táctil: ofrecer texturas variadas en el entorno y alternarlas periódicamente.

 

Esta nota fue traducida por Javi.

Puedes revisar el artículo en inglés en este link