articulos |Publicado el 12-08-2025

Animales de laboratorio y su ¿participación voluntaria? en experimentos

Decimos que un voluntario participa por decisión propia… pero, ¿puede aplicarse esto a los animales de laboratorio? Esta nota analiza qué tan libre es realmente su “elección” y qué hay detrás de este concepto en ciencia.

Cuando nos referimos al concepto “participación voluntaria”, en general, todos entenderíamos que corresponde a aquella conducta que se realiza de forma libre, sin restricciones y no remunerada en una actividad. ¿Pensaríamos que los animales participaron voluntariamente de una investigación donde experimentan con ellos, a pesar de que pueden haber recibido un premio que motivara su conducta o un castigo traducido en una experiencia desagradable para realizar esa actuación? ¿Tendrías la misma opinión si en vez de animales, se utilizaran a humanos? Esta duda se plantearon un grupo de científicos, quienes se propusieron determinar el alcance del término de participación voluntaria de los animales de laboratorio en la investigación.

Método de investigación

Los autores realizaron una búsqueda en Google Scholar con las palabras “voluntarios” en publicaciones con animales, que también utilizaban frases como “comportamiento animal”, “animal de laboratorio” o “zoológico”, recopilando 83 publicaciones en total. A partir del análisis cualitativo, se identificaron nueve usos más comunes del lenguaje relacionado con voluntariado. Entre ellos, destacaron su aplicación en estudios de investigaciones conductuales y psicología con objetivos específicos, como entender por qué actúan de cierta manera (por ejemplo, en casos de alcoholismos y ejercicio), investigar como piensan y se comportan los animales, o mejorar el bienestar animal

Antes de exponer los resultados de la investigación, los escritores plantearon una serie de puntos para determinar si realmente se puede hablar de voluntad en la participación de los animales de laboratorio en las investigaciones.

Voluntad y agencia

En primer lugar, cuestionan la idea si los animales pueden ser agentes. De este concepto, que se encuentra respaldado por su uso en diversidad disciplinas de las ciencias sociales y humanidades, se puede entender que los animales pueden ser criaturas independientes con sus propias preferencias y deseos, capaces de moldear el mundo a través de sus acciones. En este sentido, señalan que, a pesar de existir agencia animal, estos se encuentran limitados por estrategias de control biopolítico implementadas por los humanos y que el concepto de disenso animal no está muy estudiado. Además, las elecciones y decisiones están limitadas e influenciadas por factores externos, sea tanto en animales como en humanos.

Entrenamiento y cría

De acuerdo con lo mencionado anteriormente, el comportamiento de los animales de laboratorio viene moldeado por factores externos, que, en este caso, corresponden a las condiciones establecidas por los investigadores humanos. Esta influencia no se da solamente en el desarrollo de la investigación, sino que viene desde mucho antes: la etapa de entrenamiento y cría de los animales. ¿Entonces, qué tan compatible es la idea de voluntariedad en el comportamiento?

Con relación a los entrenamientos, algunos científicos estiman que es compatible la idea de participación voluntaria con la de refuerzo positivo en la realización de conductas. En cambio, otros especialistas estiman que este entrenamiento sería anti-ético con la idea de voluntariedad por parte de los animales. Para fundamentar esta idea usan de referencia el “Informe Pickard”, sobre la experiencia de primates no humanos en la investigación en neurociencia, donde el personal de investigación manifestó que los animales estaban ansiosos por realizar tareas experimentales. Esto fue contra argumentado por distintas entidades, que indicaron que no se puede considerar la participación voluntaria si previamente se mantienen a los primates hambrientos y sedientos para motivarlos a realizar tareas o se usa la fuerza física en el entrenamiento y que, si los primates realizan tareas por años, pueden acostumbrarse a hacerlo habitualmente.

En el caso de la reproducción, la elección de crías que más se adecúan con el comportamiento que se busca que realicen los animales, también es una idea que en el área de investigación fue mencionada como compatible con la “participación voluntaria”. En el informe nombrado con anterioridad, se indica la colaboración entre científicos y administradores de colonias de reproducción para seleccionar a sujetos “bien motivados”. Por lo tanto, los científicos pueden configurar la personalidad de los animales en su crianza y optar por aquellas que más se adecúen a su investigación.

El uso de la fuerza y las recompensas

Esto nos lleva a la pregunta inicial: ¿qué podemos considerar como voluntario en humanos y si esto es aplicable también a los animales? Como se mencionó, la idea de participación voluntaria tiene como base el comportamiento sin recibir una recompensa a cambio. Los autores indican que, en el caso de seres humanos, se discute ampliamente esta concepción porque en el caso de ensayos clínicos, a pesar de existir la firma de un consentimiento libre e informado, la decisión de su participación se puede ver influenciada por factores externos, como verse sin mayores opciones, por lo que se ofrecen a realizar los ensayos que, en otro contexto, no realizarían o, que los incentivos financieros detrás de los ensayos clínicos lleven a las personas a considerarlos como un trabajo. Por lo tanto, estas razones que llevan a la participación de las personas no estarían dentro del estándar de la esencia del voluntariado, que es la acción motivada por razones de altruismo que, en ciencia, se podría traducir en aportar al conocimiento científico o al progreso económico.

¿Este escenario es extrapolable a los animales de laboratorio y su participación en experimentación? Para esto, los autores cuestionan si realmente el animal usado tiene la opción de realizar o evitar una actividad y si tienen más opciones al no participar. Para ilustrar este enunciado, citan una investigación cognitiva donde se comparan los resultados de las pruebas de macacos Rhesus que se encuentran alojados en un laboratorio, con aquellos alojados en una estación de campo en libertad. En ambos entornos, los macacos tuvieron acceso gratuito al aparato de prueba y, aunque recibieron recompensas de comida por las respuestas correctas, tampoco se les privó de comida, donde los científicos categorizaron como voluntaria la participación de los primates en la prueba. En el caso de los animales alojados en el laboratorio, todos participaron, en cambio, los monos no bebés que se encontraban en el campo, solo el 51% realizaron la prueba. En consecuencia, esto reafirma lo indicado respecto a los humanos: ciertos contextos y entornos pueden empujar a los humanos o animales a ser “voluntarios” en investigación.

Otro ejemplo que dieron para explicar esta afirmación es el uso de comida como recompensa en la investigación con animales, donde la entrega de comida a los animales se traduciría a la entrega de pago financiero a los humanos, lo que no es en su totalidad preciso, debido a que la cantidad no siempre es el único factor para considerar. Esto quedó demostrado en un experimento donde los monos capuchinos se enojaron cuando sus compañeros recibieron una fruta distinta a la de ellos, lo que lleva a tener que aplicar el entendimiento de las decisiones a contextos más amplios.

En la práctica, los autores de este artículo encontraron dificultades en poder determinar cómo se puede entender el altruismo en animales sin caer en antropocentrismo, además de la dificultad misma que enfrentan los humanos de comunicar esto a los animales con los que experimentan.

Entonces: ¿qué significa el concepto de voluntariado en la investigación con animales?

Con lo discutido en líneas precedentes, se puede evidenciar que no hay un concepto claro y preciso del concepto de participación voluntaria de los animales de laboratorio en investigación, pero los autores pudieron vislumbrar las siguientes ideas:

‪‪❤︎‬ Uso del concepto de voluntariado como idea de agencia y posibilidad de toma de decisiones por parte de los animales.

❤︎‬ Uso de concepto de voluntariado como idea más positiva para evitar el uso del concepto de trabajo animal basado en la restricción, sufrimiento y dependencia humana.

❤︎‬ Uso de concepto de voluntariado como demostración del compromiso de los investigadores con el bienestar animal.

A partir de esta investigación, evidenciamos que el uso del lenguaje de voluntariado en la literatura sobre animales de laboratorio usados en investigación está bastante lejos de la idea de una conducta que se realiza de forma libre, sin restricciones y no remunerada en una actividad. Ahora bien, los autores concluyen que, a pesar de esta dificultad de lograr la pureza de esta idea, sea en humanos o en animales, el concepto de voluntariado se puede afinar y que es una aspiración digna de lograr y debe motivarse a realizarse por la comunidad.

Este tipo de estudios nos hace tener presente más que nunca la necesidad que tenemos de dejar de mirar a los animales desde el ojo antropocentrista, en especial, si a través del lenguaje queremos justificar actuaciones que, cambiando a un mono por un ser humano, nos opondríamos en cualquier escenario.

Si quieres leer la investigación completa, puedes acceder a ella a través este enlace.