Piel sensible: cómo cuidarla y evitar irritaciones
Conoce algunos consejos para cuidar mejor la piel sensible e integrarlos a tu rutina.
Cada tipo de piel tiene sus particularidades y formas diferentes de cuidar, en el caso de la sensible puede ser un poco más difícil porque tiende a irritarse, inflamarse, experimentar rojez e incluso llegar a tener brotes de granos con gran facilidad.
Mi tipo de piel es mixta y a la vez muy sensible, no saben cuántas veces he sufrido alguna irritación, alergia o brote por ocupar algún producto nuevo, no tratar gentilmente mi rostro o no leer los ingredientes con cuidado.
A continuación les dejo algunos tips que me han servido al momento de cuidar mi piel. Está enfocado en pieles sensibles, pero aunque este no sea tu caso es bueno tenerlos en cuenta a la hora de planificar tu rutina.
Exceso de exfoliación
Para algunas personas el solo hecho de mencionar la palabra “exfoliar” se les irrita el rostro y por eso muchas la evitan, pero es un paso muy importante dentro de la rutina de limpieza, ya que nos ayuda a eliminar la piel muerta y la suciedad acumulada en nuestros poros.
Existen dos tipos de exfoliantes, los físicos y químicos, los primeros son todos los que tienen texturas, ya sean cepillos, productos con gránulos, esponjas o máquinas. Los segundos, contienen ingredientes como ácido glicólico, BHA o AHA, que hacen el trabajo de exfoliar.
Si optas por un exfoliante físico, prefiere uno que tenga partículas pequeñas o que se deshagan fácilmente en tus dedos, ya que si los gránulos son muy grandes y toscos es probable es que te hagas más daño.
Nunca apliques tu exfoliante con un cepillo, esponja o máquina, porque provocará una sobre exfoliación y quitaras más de lo necesario, lo mejor es hacerlo con los dedos y de forma gentil.
¿Cada cuánto tiempo debo exfoliarme? La verdad es que no tan seguido, a pesar que algunos señalan que pueden ser utilizados cada dos o tres días, en lo personal me gusta utilizarlos 1 vez por semana o cada 15 días.
Utilizar varios productos nuevos a la vez
No sé si seré a la única que se le terminan varios productos al mismo tiempo o compra muchos de una vez (ejem Feria Ecobelleza), si ese es tu caso, lo peor que puedes hacer es probarlos todos un mismo día. Primero, porque si ocurre alguna reacción no sabrás qué producto fue; segundo, tu piel recién se está acostumbrando a nuevos ingredientes, por lo tanto, hay más probabilidades de irritación.
Por eso, si tienes varios productos nuevos que probar, intenta utilizarlos en días alternados para ver cómo te va y luego incluir los otros durante el resto de la semana.
No leer los ingredientes
Cuando estés en busca de un nuevo producto, además de ver referencias de personas que tienen el mismo tipo de piel, es importante leer los ingredientes, ya que muchas veces sólo nos quedamos con el enunciado que es para piel sensible.
Hay ciertos ingredientes que pueden afectar nuestro rostro como las fragancias, perfumes o alcohol (etanol), sulfatos o conservantes. También otros con olores muy fuertes, texturas espesas o componentes que provoquen alergia.
Ser gentil con tu piel
Ya sea al limpiar, secar o aplicar algún producto en nuestro rostro, es necesario ser muy gentil y cuidadosa. Cuando exfoliamos o limpiamos nuestra piel debemos hacerlo con delicadeza sobre todo es nuestras zonas más delicadas, en mi caso pómulos y mejillas. Para el tónico podemos ayudarnos con un algodón o aplicarlo suavemente con las manos, presionando con las yemas. La hidratación no deja de ser importante y cuando distribuyas tu crema facial hazlo con movimientos circulares, intentando distribuir bien y delicadamente el producto. Esto también ayudará a que a la hora de maquillarte no quede el efecto craquelado.
Tratamientos o aceites
Si estas utilizando crema de tratamiento para el acné o algún aceite como el árbol de té, la mejor forma de aplicarlo en el rostro es con un cotonito, ya que impactamos directamente la zona y evitamos incluir partes que no necesitan estos productos. No toda nuestra piel necesita los mismos cuidados y tratamientos, ciertas zonas son más delicadas, requieren hidratación o limpieza.
Combinar ingredientes activos
Los ingredientes activos son una buena forma de aportar beneficios a tu piel, ya sea firmeza, exfoliación, hidratación o combatir los signos de la edad. Algunos ejemplos son: Vitamina A o Retinol, Vitamina C o ácido ascórbico, Vitamina B3 o Niacinamide, AHA o alpha hydroxy acid o BHA o Betha hydroxid acid.
La mejor forma de combinarlos es en un mismo producto, ya que quiere decir que viene con las proporciones adecuadas y equilibradas para tu piel, pero si estas buscando utilizarlos en diferentes productos es mejor que tengas cuidado y precaución. Existen ciertas combinaciones que sobre todo para una piel sensible puede ser muy irritante como la vitamina C con BHA o AHA, ya que ambos tienen propiedades exfoliantes. Tampoco la Vitamina A con AHA o Vitamina C.
Lo importante es ir con calma a la hora de utilizar estos ingredientes y utilizarlos separados, uno a la vez o ir alternando día por medio, ya que es la forma más gentil de respetar tu piel y dejar que trabaje adecuadamente.
¡Espero les hayan gustado los consejos y puedan aplicarlos en su rutina! Cuéntenme en los comentarios si saben de otros. Un abrazo.
Coni Encina / Periodista
Temuco
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