Te has preguntado cuánto dinero gastas en vestimenta al año o cuánto tiempo te duran las prendas. Si antes era muy fácil heredar ropa de nuestros padres, con el “fast fashion” ¿podrán las nuevas generaciones hacer lo mismo?

Según cifras de la ONU, la industria textil es la segunda más contaminante del mundo después de la industria petrolera, generando no solo un gran impacto ambiental sino también social.

No se trata de dejar de comprar ropa, pero sí de ser conscientes y cambiar la forma en que vemos, compramos y usamos esas prendas. Por eso en el siguiente post quiero mostrarles algunos consejos o cambios que pueden implementar para tener un armario más sustentable y que sea amable con nuestro planeta.

Fast Fashion

Es un término que más de alguna vez hemos escuchado, pero realmente ¿qué significa? Si antiguamente las empresas cambiaban la ropa de las tiendas con el cambio de temporada, hoy en día lo hacen cada semana.

Un modelo que se basa en la producción desconsiderada y de consumo sin fin, donde la ropa ha disminuido su precio al costo de ser desechable. Muchas de estas empresas mandan a confeccionar sus prendas a países subdesarrollados para abaratar costos, pero las condiciones laborales son pésimas, los salarios son bajos, trabajan niños y existe una gran contaminación en el proceso.

Si quieres saber más sobre el impacto que tiene esta industria te recomiendo que mires el documental “The True Cost”. Antes estaba disponible en Netflix, pero puedes encontrarlo en la web.

¿Qué hacer con las futuras compras?

Informarse 

Para ser conscientes de lo que compramos es necesario informarse sobre las marcas que estamos adquiriendo. Mi primer consejo sería que investigues sobre tus marcas favoritas o la misma ropa que ya tienes en tu armario.

Lo que puedes averiguar es cómo trabaja la empresa, si tienen una política de comercio justo, si han tenido problemas, dónde mandan a fabricar su producción o los materiales que utilizan. Así sabrás si es una marca que vale la pena invertir.

Calidad antes que cantidad

En los últimos años, debido a la producción rápida y desechable, las marcas no invierten en materiales de calidad y las prendas terminan durando solo una temporada. No es raro que puedas conservar esa blusa de tu madre, pero la polera que compraste a inicio de invierno no dure para el siguiente.

Intenta privilegiar e invertir en prendas de calidad que duren varios años, sobre todo cuando se trata de básicos que te pueden acompañar con varios estilos.

Cuidado con las ofertas

Sé que es muy tentador dejarse llevar por un buen descuento y la verdad es que ahorrar un poco de dinero nunca está demás, pero ¿si no estuviera en oferta realmente lo comprarías?

Varias semanas al año las grandes tiendas y retail nos bombardean con las “ofertas increíbles”, el “compren, compren, compren” o “descuentos imperdibles”, pero detrás del indudable consumismo, las marcas solo quieren deshacerse de las prendas para traer nuevas a las vitrinas. Es bueno analizar si vale la pena comprar el producto y considerar si quedará botado o no en nuestro armario.

Conoce tu estilo

Como dicen la ropa es la piel que elegimos usar, la forma en nos mostramos al mundo y expresamos quienes somos, por eso tener claro cuál es nuestro estilo ayudará a guiarnos para nuestras futuras inversiones y no comprar algo demás o que no necesitamos. Hacer una lista con las cosas que necesitas antes de salir a comprar, te ayudará a evitar comprar ropa que no necesitas.

Thrift shop

Son tiendas conocidas como “americanas” o de segunda mano y son una buena forma de ayudar a que las prendas no lleguen directamente al vertedero y darles otra oportunidad de prolongar su vida.

Tampoco se trata de llevarte todo, porque seguirías en la línea de lo desechable. Te recomiendo que revises bien la prenda para ver si esta es buen estado y al igual que los puntos anteriores, ten en cuenta la marca que te estas llevando o si va de acuerdo a tu estilo.

¿Qué hacer con lo que tenemos, pero ya no queremos?

Arregla

Puedes sacar tu lado de diseñadora y arreglar esa prenda que ya no va con tu estilo o te queda pequeña. También de varias prendas crear algo nuevo, agregar algún accesorio o cierre, las posibilidades son infinitas.

Vende o regala

Si la prenda aún está en buen estado puedes venderla de manera online o regalarla a algún conocido. Así también tendrás ganancias, que no vienen nada de mal.

Dale otro uso

Puedes transformar una polera en un paño para limpiar, de una toalla crear pétalos para desmaquillar o de un jeans una cartera.

Recicla o dona
Hay organizaciones o personas que reciben ropa, ya sea para venderlos ellos mismos o utilizar la tela para crear nuevas prendas.

Para concluir, solo quiero destacar que cada cambio que hacen aunque parezca pequeño, es un aporte que el planeta aprecia. Quizás sea un poco abrumante realizar todos los cambios de una vez, pero vayan con calma, lo importante es ser conscientes de la forma en que aportamos a esta industria. Gracias por leer!!

Coni Encina /@conien
Periodista / Temuco