post |Publicado el 04-07-2018

¿Por qué el reciclaje no es la solución?

¡Hola! ¿Qué tal?

Lo siento si te atormenté con el título. Te invito a que te sirvas un té y te sientes a leer esto con calma. Te contaré por qué el reciclaje no es la luz como nos lo pintan a diario pero tranquilidad, también te daré mejores opciones para ayudar realmente al planeta. Si tienes interés en cuidar nuestra gran casa, claro. 

Mi experiencia personal

Cuando llegué a vivir a Santiago, hace 4 años, uno de los primeros cambios de hábitos que comencé a realizar fue separar mi basura de manera general: botellas plásticas, papeles, cartones y vidrio. ¿Por qué? Porque fue algo que siempre quise hacer a mayor escala. Chile, al ser un país centralizado, no cuenta con un buen número de puntos de reciclaje en regiones. Mi ciudad natal, Caldera, en la III Región, estaba en ese momento limitada al reciclaje únicamente de vidrio. En cambio, en Santiago, existe un total de 54 empresas dedicadas al reciclaje de diferentes materiales, con aproximadamente 100 puntos de reciclaje. Por tanto, estaba en mi salsa. El resto de basura que generaba en ese entonces lo seguía arrojando al tarro de la basura, pero evidentemente ya significaba un cambio positivo porque el volumen de ésta se redujo.

Mapa de Santiago con puntos de reciclaje. Haz click en la imagen para ir a la web.

Mapa de Santiago con puntos de reciclaje. Haz click en la imagen para ir a la web.

¿Qué ocurrió luego? Destiné el balcón de mi departamento para ir dejando los materiales reciclables de las cosas que consumía. En muy pocas semanas mi balcón era un pequeño basural. Lo llenaba rápidamente de cajas de cereal y leches vegetales, papeles de lecturas y documentos, botellas de agua y jugo, bandejas plásticas de postres veganos que compraba para llevármelos a casa, cartones de cajas de diversos productos, etc. Además de ser poco agradable vivir entre un pequeño basural, era poco práctico porque tenía que estar constantemente yendo a dejar mis materiales al punto de reciclaje. En determinado momento la situación me colapsó y me desmotivé. Con el pasar de las semanas, compartiendo mi experiencia y leyendo más sobre el tema, caí en la cuenta de que los dardos debía dirigirlos hacia otro blanco: mis patrones de consumo. Claro, reciclar no nos permite cuestionar fácilmente nuestra manera de consumir productos y alimentos. Así que con una visión más crítica, me puse a revisar cada cosa que tenía acumulada para reciclar, fui pensando y buscando alternativas que me permitieran utilizar menos empaques y envoltorios. Por ejemplo, una caja de leche vegetal podía perfectamente evitarla organizándome un poco más y prepararla yo mismo comprando el fruto seco o semilla a granel y luego hacer el proceso en casa. De paso, gastaba menos dinero. Si no sabes cómo preparar leches vegetales puedes leer mi post en Instagram. Del mismo modo podía evitar los papeles haciendo el intento de estudiar y leer en formatos digitales. También, dejar de comprar jugos en botella y preferir la opción más saludable y simple: tomar agua. Filtrada en casa si quieres proteger tu organismo de las impurezas del agua de la llave. Las bandejas plásticas podía evitarlas consumiendo en el local, o llevando mi propio recipiente reutilizable para recibir el contenido. Así, a mi ritmo personal, fui evaluando las posibilidades e incluyendo estos nuevos hábitos a mi vida. 

Como podrás notar, lo que fui aplicando fue replantear mis decisiones de consumo, reducirlo y rechazar aquellos formatos desechables para cambiarlos por conceptos más sostenibles. Pero hay algo que no he mencionado y que probablemente te lo estás preguntando. ¿Por qué buscar reducir también nuestra cuota de reciclaje? Antes que nada, entendamos a cabalidad el sentido de reciclar. Se trata de procesar un material que, se supone, ya no tiene utilidad con el fin de convertirlo nuevamente en materia prima para fabricar nuevos productos. Momento. También hay otro concepto que debemos comprender: ciclo de vida. El ciclo de vida de un producto es básicamente su historia completa, desde mucho antes que podamos tenerlo en nuestras manos. Incluye la extracción de materias primas con la que se constituye, una etapa de refinamiento, eventualmente también una etapa de ensamblaje, procesamiento de fábrica, distribución y finalmente la etapa que conocemos: su uso y destino final. En todas y entre cada una de estas etapas se generan impactos al medioambiente al consumir energía, agua, recursos para transporte, recurso humano, etc. De hecho, el mayor impacto no es arrojar determinado producto a la basura, sino que el que ya se produjo en las etapas previas del ciclo de vida. Entonces, al no consumir un producto nos estamos restando de la demanda generada. Porque recordemos que los productos, las empresas y el impacto generado existen gracias a las personas consumidoras que lo avalan y demandan. O sea, rechazar y reducir nuestro consumo es un acto tremendamente político. 

Volviendo al tema reciclaje, este proceso significará también una sumatoria de nuevos impactos a los ya generados: más transporte, más recurso humano, un nuevo procesamiento en fábrica, más uso de energía y agua, etc. Con el fin de obtener un nuevo material, generalmente, de menor calidad al original. Porque cada vez que se recicla un material va perdiendo propiedades hasta resultar en algo prácticamente inservible. Por esta razón es que el reciclaje no debe ser entendido como una solución al gran problema medioambiental que nos envuelve. Y eso que no quise indagar en todos los factores que podrían limitar el reciclaje, como la correcta forma de reciclar cada material, de separarlos, de que exista una real demanda al nuevo material reciclado, etc.

¿Cuál es mi conclusión entonces? Que reciclar puede considerarse una herramienta positiva para el planeta dependiendo desde dónde se mire. Para mí, fue un buen punto de partida para comenzar a responsabilizarme de todo lo que consumía y entraba a mi casa. Pero si estás pensando en quedarte cómodamente en este punto, es una pésima idea. Mi consejo es que utilices el reciclaje como tu última opción cuando no sepas qué hacer con determinado material. Antes, hay muchas otras cosas que puedes hacer para reducir nuestros impactos en el planeta.

¡Te recomiendo ver mi video en YouTube donde te doy tips para llevar una vida con menos basura!

¡Saludos! Cualquier duda o acotación déjamela en los comentarios.

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