noticias |Publicado el 06-09-2016

Nueva Zelanda contra la experimentación en China.

La Asociación de cosméticos, artículos de tocador y fragancias de Nueva Zelanda, con 112 miembros, ha manifestado a través de su director ejecutivo, Garth Wyllie, su descontento con la insistencia de China respecto a la experimentación en animales, medida legislativa obligatoria para los productos cosméticos importados. Recordemos que China exige por Ley que todo producto cosmético importado debe someterse a pruebas en animales.

Wyllie señala que dicho requisito es una burla y vulnera el tratado de libre comercio (TLC) entre ambos países hacía todas aquellas empresas cuyos valores van en contra de la experimentación animal, en este caso, la totalidad de la Asociación de cosméticos está en desacuerdo con esas prácticas, calificándolas como una barrera comercial.

Afirma que no están de acuerdo en reformular productos para el mercado chino, esto es, no experimentar en los productos que se venden en Nueva Zelanda y el resto del mundo pero hacer pruebas en los productos que entran a China. Señala que esa es la táctica utilizada por las compañías de cosméticos multinacionales, “ellos no venden los mismos productos aquí, entonces pueden decir con toda sinceridad que no están probando con animales aquí”, sin embargo, lo hacen en China.

laboratorio chino

Peter Allard, jefe ejecutivo de la marca para el cuidado de la piel Linden Leaves, dice que la compañía podría triplicar su tamaño si tuviera acceso sin restricciones al mercado chino, no obstante, no está dispuesto a comprometer sus principios libres de crueldad al aceptar la experimentación con animales. Señala que “China es el único país del mundo que impone la experimentación con animales para los cosméticos y, curiosamente, es sólo en los productos cosméticos importados”.

El director de marketing de la empresa Evolu, Paul Westlake, asevera que no están dispuestos a perder su credibilidad al permitir la experimentación animal, cediendo a las presiones chinas con objeto de lograr una mayor participación en ese mercado.

Respecto al papel del Gobierno, Linden Leaves manifestó las preocupaciones de la compañía al Primer Ministro John Key, el cual las remitió al Ministro de Comercio Todd McClay. La respuesta del Gobierno no dejó conforme a la empresa, ya que la calificaron de condescendiente y sólo una repetición de las condiciones de importación. Como réplica, Allard solicitó al ente gubernamental que hagan todo lo posible para presionar a China para cambiar la barrera comercial evidente, afirmando que "No hay TLC para nosotros. No es igualdad de condiciones y los chinos, siendo los chinos, han creado numerosos obstáculos y barreras que hacen que su TLC no sea válido".

Fuente: The Stuff.

Por Mila, desde Temuco.

@mila_carcamo