Desde que decidí cuidar mi piel con productos que no sean testeados en animales, he adquirido diferentes productos cosméticos para humectar mi piel seca. Hay diferentes marcas que me han gustado, pero el karité tiene un puesto especial en mi corazón. El árbol de karité (Vitellaria paradoxa) es un árbol que puede medir hasta 15 metros de altura, y puede vivir hasta tres siglos. karité significa árbol de mantequilla, una traducción más que perfecta para este árbol que da un fruto carnoso del que luego de ser hervido y procesado se obtiene una mantequilla humectante y poderosa. El karité sin refinar 100% natural tiene un olor y un color amarilloso característico que en lo personal me encanta. Es un olor crudo y transportador, pues sientes que cuando lo usas estás usando un producto completamente natural; hay algunas mantecas de karité que son refinadas, sin olor, esto puede hacer que disminuyan algunos de sus beneficios pero sigue siendo una excelente opción. Algunos de los beneficios que he experimentado con mi uso diario del karité son por ejemplo: - La elasticidad y la humectación de mi piel ha mejorado el 100% - Aunque siempre aplico bloqueador solar en mi rostro, cuello, brazos y manos el karité ayuda a cuidarme aún más de la exposición solar evitando grietas y manchas. - Para el cabello es fenomenal, una poca cantidad en las puntas y regenera completamente. - Ha suavizado algunas manchas en mis manos - La he aplicado repetidamente en mis codos, y se sienten completamente suaves. - Guardo un poco siempre en un frasco pequeño en mi bolso y tengo el humectante de labios perfecto. Algo que es muy importante para tener en cuenta, es que en el mercado se encuentran varias marcas de mantequilla de karité y varios productos derivados de ella, pero es importante fijarse que sean "Cruelty Free", aunque es un producto netamente vegetal esta certificación garantiza que en sus procesos de fabricación no hubo ningún testeo o maltrato animal. Algunas marcas Cruelty Free de karité pueden ser Shea Moisture o la Manteca de karité de The Body Shop. Estas se pueden adquirir por Internet o en tiendas especializadas. De todas formas es importante investigar antes de comprar alguna. Usualmente cuando uso karité la uso cruda o con una receta que me encanta: Karité y aceite de argán: Se derrite el karité al baño de María junto con unas gotas de aceite de Argán y aceite de coco, Luego se deja enfriar la mezcla y se pone en la nevera o frigorífico por 1 hora, luego, se le adiciona un poco de canela y esencia de jengibre (si se quiere disimular el olor natural del karité) luego se bate con una batidora o cuchara de madera y listo. Se envasa en un frasco de vidrio limpio y se deja en la repisa del baño para humectarse después de la ducha.     El karité es un producto que toma cada vez más fuerza, por medio de su consumo evitamos los productos cosméticos testeados en animales, y también hay posibilidades de ayudar a construir sociedad como pasa con la mantequilla de karité Nikarit, un proyecto de la ONG Española OAN International, donde universitarios y jóvenes profesionales ayudan a fomentar la producción del karité empoderando poblaciones femeninas en Benín, África. Dejo por acá el link de su lindo proyecto: https://nikarit.es Espero te pases al equipo del karité, por que yo, lo disfruto muchísimo. ¡Nos vemos! Diana