El acné es una enfermedad de la piel que no discrimina ni género ni edad y que puede acarrear consecuencias graves para el autoestima, pero ¿de qué se trata realmente? ¿Y cuándo ya tenemos que acudir a un profesional para que nos trate? La presencia de acné es normal durante la adolescencia, pero su grado varía de persona a persona y según predisposición genética o presencia de alguna otra enfermedad, puede persistir en la edad adulta. Existe una pequeña zona  en nuestra piel llamada unidad pilosebácea, en la cual diversos factores -entre ellos la presencia de la bacteria Propionibacterium acnes, exceso de producción de grasa o un aumento de los niveles de hormonas masculinas- actúan provocando la aparición de las molestas espinillas. El diagnóstico de acné es clínico, esto quiere decir que no es necesario tomar algún examen para confirmarlo sino sólo evaluar al paciente. Hay distintas formas de clasificarlo, pero una de las más usadas  es:

1. Acné leve: Sólo hay comedones (granitos), sean abiertos (lesión con punta blanca) o cerrado (punto negro)
2. Acné moderado: Además de comedones, aparencen pústulas (la espinilla con pus que tiene borde rojo y duele) y las pápulas (granos más grandes y solevantados de pequeño tamaño)
3. Acné severo: Sumado a todo lo anterior, aquí aparecen también lesiones grandes y aún más dolorosas como los nódulos y quistes. La extensión y cantidad de las lesiones también es mucho mayor.

Sabiendo esto, ¿en qué casos deja de ser sólo un problema cosmético? En primer lugar, si se sospecha que el acné está siendo una manifestación de otro tipo de enfermedad. Si tu acné apareció o continúa en la edad adulta, se relaciona a menstruaciones muy irregulares, presencia de vellos en zonas en las que normalmente no existen vellos, aumento de peso excesivo, cambios de coloración en la piel de los pliegues o cuello, entre otras cosas. En segundo lugar, si el grado de acné es severo, es mejor acudir a un médico ya que el riesgo de cicatrices es muy grande. Lo ideal es que sea un dermatólogo, pero un médico general también puede iniciar el tratamiento y derivarte. En tercer lugar, si tu acné es leve o moderado, pero no responde a los tratamientos cosméticos, puede que necesites una orientación sobre otro tipo de tratamientos. Y por supuesto, independiente de tu grado de acné, si las lesiones afectan gravemente tu autoestima, te sientes deprimido debido a su presencia y/o afectan tu vida diaria, impidiendo que la disfrutes, es necesario que veas a un profesional para comenzar tratamiento. Espero que esta información les sea útil y cualquier duda ¡No temas dejar un comentario con tu pregunta!

Por Camila desde Chillán

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