tips |Publicado el 16-03-2013

Castaño de Indias: un S.O.S directo desde la naturaleza.

Si hay algo que me caracteriza son mis eternas manos frías. En verano es súper práctico, porque mientras la mayoría se queja del calor, yo me pongo las manos en los antebrazos y ya está, pero en invierno ¡pucha que sufro! Y por muchos guantes, mitones, tazones de té, guateros de manos y tonteritas varias que use para entrar en calor –y tarea más difícil aún, CONSERVARLO-, la cosa no sirve.  Desde chica tuve los popularshmente conocidos “sabañones”, pero afortunadamente, a medida que fui creciendo, empezaron a simplemente no aparecer más.  Sin embargo, cuando todo empezaba a ser felicidad, noté unas pequeñas venitas dilatadas en mis piernas que me hacían temer lo peor: várices.

Así que si tengo algo claro en la vida, es que mi circulación periférica es pésima.

Como no me gusta andar empepándome por la vida y lo hago solo cuando es extremadamente necesario, busqué alguna opción herbárea que me ayudara a mejorar la circulación de mis manitos muertas  y de paso, evitara el avance de las venitas  dilatadas en las piernas. Así fue como llegué a las cápsulas de Castaño de Indias, un recurso de origen natural muy utilizado para tonificar venas  y vasos capilares.

Las propiedades astrigentes y antiinflamatorias de esta plantita, la hacen un MUST a la hora de mejorar la condición del sistema circulatorio.

Y no es cosa de magia ni chamullo: la presencia de aesculina y aescina (pucha que me costó escribirlos), dos componentes que están en grandes cantidades, evitan la formación de edemas y aumentan la resistencia de los vasos sanguíneos.

¿Resultado? Disminución molestias como piernas pesadas, dolorosas, aparición de várices, tratamiento de celulitis, vasoprotector y venotónico, prevención y tratamiento de hemorroides (no tengo problemas con esto último, ¡gracias al pulentito!) A mí me ha resultado muy bien: llevo más de un año tomándolas, 1 cápsula en el día con el desayuno y otra en la noche, y puedo decir que mis manos ya no están siempre muertas, incluso, el color medio violáceo del invierno ya no es tal. No puedo hablar de una desaparición de las venitas en mis piernas, pero sí se ha ido esa sensación como de palpitación y hormigueo constante –e infinitamente molesta- que tenía al final del día. Respecto al ítem “celulitis”, noté que la piel de mis muslos estaba un poco más suave y lisa, pero como también ocupo algunos menjunjes para esos fines –así como quien no quiere la cosa- no podría afirmar  totalmente si fue solo efecto de las capsulitas. Para redondear: si tienen problemas circulatorios, se las recomiendo totalmente. Al tratarse de un tratamiento natural, hay que ser constante. Recuerden que la naturaleza es sabia pero se toma su tiempo en entregarnos sus amables beneficios, así que no esperen que de un día para otro desaparezca todo como con la medicina convencional; hay que ser pacientes. Estas cápsulas pueden encontrarlas en cualquier farmacia naturista o de homeopatía, como Knop o Patio Azul, aunque en las farmacias convencionales también las he visto. Para que tengan una referencia, el frasco con 60 comprimidos está entre los $3.000- $3.800 aprox. Y por último, cómo dicen por ahí chiquillas, salud también es belleza (¿o era al revés? Igual se entiende xD) así que preocúpense y cuiden de su humanidad si tienen alguna molestia fuera de lo común :) Cualquier duda, sugerencia, comentario, whatevah, no duden en escribirlo; les respondo encantada de la vida. ¡Saludines! Francisca/  @fran_n

*Te Protejo no recibió pago por la realización de esta publicación, y alude sólo a los buenos resultados obtenidos por el uso del producto.