No, no se trata de colocarse crema para las hemorroides. Pero si queremos combatir esas bolsas y el color morado o cafesoso que se aloja bajo nuestros ojos hay una forma más sana y fácil de hacerlo, y cuesta mucho menos. Hay que tener en cuenta antes de cualquier tratamiento de corrección en las ojeras, que la genética también influye. Es por eso que si no vez cambios muy favorables en el aspecto de tus bolsas es muy probable que se deba a que tu familia también las porta. Pero también hay otros factores que influyen muchísimo, uno de estos son las pocas horas de sueño, no es cosa de dormir 8 horas diarias, es cosa de descansar, el estrés no ayuda a que las ojeras se borren si dormimos con la cabeza activa. También existe el factor de hidratación, aunque a la mayoría de las personas les da lata tomar agua, porque no es más que eso, hay que hacerlo y en abundancia. No sólo eliminará las ojeras sino que además ayuda a reducir grasas, ¡sí, es cierto! Pero no hay que consumir en exceso, el agua es un factor importante en nuestra hidratación, pero beber más de dos litros al día puede causarnos daños a los riñones o ayudarnos en la acumulación de líquido (a no ser que por condición médica sea necesario tomar más o menos, cada uno sabe lo que necesita). Como anécdota sobre el agua les contaré que una vez estaba en una sesión de fotos y una de las modelos (regia y guapa), tenía las caderas un poco más anchas de lo que acostumbramos a ver en revistas y el típico rollito bajo el ombligo. Ese detalle no le quitaba ni el glamour ni la delgadez (ya que de por sí era muy delgada). Sin embargo el fotógrafo (un genio intelectual, permítanme la ironía) le dijo a la modelo que debía beber más de 8 LITROS de agua al día ¡8 LITROS!, para que eliminara la grasa en exceso o si no, no la seguirían llamando. En ese momento me pregunte ¿en qué mundo vive este “ser” que además de tratar a una modelo con forma de alfiler de gorda, le recomienda asesinar sus riñones con el fin de verse más delgada? Yo le dije que no le hiciera caso, que con dos litros estaba bien, pero el fotógrafo era el “profesional capacitado” y mi opinión por supuesto no valió nada. En fin, les comento esto para que no caigan en el concepto de que tomar mucha agua eliminará lo que fácilmente se elimina con ejercicio y comida saludable. El agua es muy importante, pero ya se sabe que en exceso puede causar problemas a la salud. Así que si toman agua, no más de dos litros o lo que el cuerpo pueda soportar. En fin, volviendo al tema de las condenadas bolsas, u ojeras, después de haberles comentado formas simples de poder enfrentarlas y eliminarlas (si ya después de todos esos pasos la cosa no da resultado), les voy a dar un dato casero que deben hacer a diario (ojalá día por medio, o al menos tres veces a la semana). Es un truco viejo, lo usaban las mujeres a comienzos del siglo veinte (como toda la cosmética casera), pero con la aparición de los componentes químicos la gente olvidó por un momento que las cosas naturales son mucho más eficientes. La receta es imple y económica. Aquí les va:         Compren un pepino, el simple y austero pepino que encuentran en cualquier supermercado y que nunca falta en ninguna casa. Corten dos rodajas de 1 cm con la cáscara (da lo mismo si está pelado o no, pero con la cáscara bota menos agua), y luego consíganse una vaina de Aloe Vera. Si no tienen Aloe pueden pedirle a alguien, siempre hay algún amigo que tiene ramas en su casa. Para que la vaina les dure más tiempo, métanla en una bolsa y déjenla en el refrigerador, o, más simple, extraigan todo el gel que viene dentro de la vaina y la refrigeran en un frasco. Esto se hace cortando con un cuchillo la parte plana quitando la superficie (la vaina es media cóncava, por eso es mejor cortarla por el lado plano). Una vez hecho, quitan el gel con el mismo cuchillo y lo meten en el frasco, así es cosa de llegar y usar. Ahora hay que armar la medicina anti-ojeras. La cosa es simple: Tomen las dos rodajas de pepino y con un cuchillo o cuchara esparzan un poco de gel por la superficie húmeda (como si se hicieran un pan con mantequilla). Toman sus dos pepinos, se recuestan con la cabeza hacia atrás y se los colocan sobre los ojos con el gel sobre ellos (no va a pasar nada, el Aloe tiene propiedades nutritivas, la única lata es que es medio pegajoso y molesta, pero a sus ojos no les va a pasar nada). Déjenlos actuar alrededor de quince minutos y luego se lavan muy bien la cara con agua fría. Si les cuesta abrir los ojos al momento de sacarse las rodajas, lo mejor es tener un paño húmedo a mano para poder limpiárselos antes de enjuagarse. Ambos, tanto el pepino como el Aloe, tienen muchísimas propiedades. El Aloe es regenerativo, cicatrizante, limpia la piel y es analgésico. Mientras que el pepino porta Vitamina E, es reconocido mundialmente como uno de los mejores remedios para el cuidado de la piel, posee propiedades hidratantes y es astringente. Ambos combinados no ayudan solamente a que las ojeras desaparezcan, sino que además detienen a las arrugas, eliminan acné y limpian la piel de rastros grasos. Y si se los comen (porque se puede), busquen recetas, porque queman varios kilos y eliminan parásitos estomacales… ¡y muchas cosas más! Como advertencia, si alguien presenta síntomas de alergia suspendan el tratamiento, porque la idea es que puedan contener las ojeras con ideas naturales, pero si sucede lo opuesto, lo mejor será buscar otras alternativas. Espero haberlas ayudado, y como consejo, si tienen abuelitas, tías o mujeres en su familia que sobrepasen los setenta, pregúnteles cómo lo hacían en su época de juventud para tratarse la piel, sus datos siempre son y serán los mejores. Por Catalina W.