Protección solar libre de crueldad animal
¡Ahora si! El verano se vino con toda y que mejor momento para hablar sobre protección solar. Como buena limeña (una ciudad playera) me considero "una experta" en el tema del bronceado y bueno, siendo consciente de lo dañinos que son los rayos ultravioleta UV (UVA y UVB principalmente) del sol, les confesaré que soy adicta a él. Amo los días soleados, me ponen muy contenta y si bien en Medellín (donde resido hace muchos años) el sol no dora la piel como en Lima, la parte buena es que aquí hay sol casi todo el año, a diferencia de Lima en donde el verano dura oficialmente solo 3 meses.
Cuando vivía en Perú era increíble ver la cantidad de cosas que se inventaban para lograr el “bronceado perfecto”. Desde aceite de oliva, pasando por cerveza y ¡hasta Coca-Cola!. Cualquier cosa era considerada siempre que ayudara a obtener ese tono ideal, que en mi opinión, a veces es un poco exagerado. Hasta donde yo se, el tono y la intensidad del bronceado depende de la cantidad de melanina que tiene la piel y esta varia dependiendo de cada persona. Es por esto que como primera recomendación les diría que no escuchen estas sugerencias algo descabelladas e irresponsables porque la salud no es un juego. Recuerda que, tal y como nos vienen diciendo hace años: uno de los factores de mayor riesgo para el cáncer de piel es la sobre exposición de ésta a la luz del sol.
Mi “ritual” de bronceado en realidad no incluye muchos productos. Podría dividirlo en 3 etapas:
Preparación:
Para coger un mejor tono de bronceado, tomo jugo de papaya, mandarina y zanahoria en ayunas. Cuando son vacaciones planeadas, lo hago 7 o 10 días antes para un mejor resultado. Esto se debe a que son alimentos ricos en betacarotenos, los mismos que inducen la producción de pigmento y le dan a la piel una coloración específica que la protege del sol.
Bronceado:
Lo más importante es broncearte antes de las 10:00 a.m. y después de las 4:00 p.m hasta que el sol se oculte. A esta hora es donde más dorarás tu piel… ¡es impresionante!. Para las mañanas uso este Bronceador de Naay Solar SPF 40 que huele super rico y tiene aloe vera, zanahoria y aguacate y, para la tarde uso el óleo en spray de L'erbolario con jojoba y caléndula.
Hidratación y fijación:
Después del bronceado me aplico crema para cuerpo. Esta de L’erbolario se llama Reina de los Prados y es muy delicada e hidrata mucho. A veces y cuando quiero que el bronceado me dure mucho más, licúo una penca de sábila (aloe vera) pelada, me la aplico en todo el cuerpo, la dejo 10 minutos y luego me baño. Es lo máximo porque ademas de hidratar tu piel, refresca y sella el bronceado. Recuerda que además debes tomar mucha agua, en mi caso tomo hasta 12 vasos al día, o si puedo más... me encanta el agua.
Por otro lado, independiente de si es invierno o verano, recomendaría usar siempre protector solar como parte de tu rutina habitual del cuidado de la piel. Yo uso la base en polvo de Jane Iredale, maquillaje mineral con SPF 20 y me retoco durante el día con el Protector Solar en Polvo SPF 30 que además es vegano.
Por último, no exageres. Recuerda que el bronceado debe ser gradual y jamás te quedes bao el sol por periodos prolongados ya que solo conseguirás dañar tu piel y probablemente de insolarás, provocando estragos como quemaduras y ampollas.
Muchas gracias y hasta la próxima.
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