Cuando decidí cambiar mis hábitos de consumo hacia aquellos que sean menos nocivos para el medio ambiente y por ende los animales, se me presentaron algunos retos y uno de ellos es el cómo aplicarlo con mi hija.

No puedo decidir por ella, no puedo obligarla a vivir una vida vegetariana ni vegana si ella no lo decide, por lo que sus hábitos son los de cualquier niña de su edad (está cercana a cumplir los dos años) y come proteína animal (carnes rojas muy rara vez). Pero, hay cosas que sí puedo decidir, cómo por ejemplo qué productos para higiene utilizar y qué tipo de comida consumir. Existe una dieta vegetariana para niños, pero nosotros sus padres, consideramos que ella ya sabrá decidir cuando sea grande. Lo mismo pensamos al momento de perforar sus orejas, por ejemplo, ella no las tiene perforadas. Es su cuerpo, son sus decisiones.

Comencemos por la comida:

- Toma leche de mamá. Es una excelente alternativa, es natural, libre de químicos y llena de amor. La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, complementaria hasta el año de edad y se puede prolongar hasta los dos años. Bueno ese es mi plan.  Si alguna mamá de un bebé chiquito está leyendo esto, puede considerar esto como una alternativa de alimentación.  Luego, pienso darle la fórmula Isomil, en base a leche de soya. Y ya esta decisión va más allá de si soy o no vegetariana, sino porque la leche de vaca es tóxica y la FDA recomienda consumir solo una ración de leche al día, ya que lo único que aprovechamos de la leche de vaca, es el calcio.

- Fue muy fácil para mi generar una dieta basada en granos y cereales desde que empezó a consumir alimentos sólidos. Ella come: todo tipo de menestras (legumbres), soya (algunas veces le doy mis guisos y los come contenta), trigo, quinua, avena, arroz integral (comemos arroz integral por un tema de salud).

- No toma gaseosas ni consume muchos dulces.

- Los jugos los toma sin azúcar o endulzados con panela. Si no hay panela, un poquito de miel de chancaca o azúcar rubia.

- Consume frutas de todo tipo. Evitamos darle alimentos procesados.

De hecho que la mayoría de las mamás alimentan así a sus hijos, pero a veces me cruzo con amigas que no les dan ciertos alimentos a sus hijos por el miedo al "¿le gustara?". No hay mejor manera de responderse que intentándolo. Creo que acostumbrándola a consumir estos alimentos, ella crecerá sana, como viene haciéndolo y le será más fácil hacer la transición a una dieta vegetariana si algún día decide hacerlo.

Productos de higiene:

Ya les había comentado respecto a algunos productos que uso en su higiene:

- Para el cuidado solar, No-Ad ofrece una opción para bebés, pero esa no la he usado aún sino hasta este verano que viene.

- Han pensado ustedes en usar pañales de tela o ecológicos? La cantidad de pañales desechables que se usan es increíble y muchos de ellos son de transnacionales conocidas por testear en animales. Para mi este es el reto más grande. Leí acerca de los pañales ecológicos porque si queremos ser consecuentes, la cantidad de agua y detergente que se utiliza para lavar los de tela, no se si compense en el algo el impacto de usar unos desechables. Viéndolo de esta manera, los ecológicos son una opción.

En el siguiente post, compartiré con ustedes más tips, porque poco a poco estoy aprendiendo cosas que antes no sabía y tengo algunos proyectos en mente para desarrollar con mi hija. Sí se puede, con un poco de ayuda e ingenio, ser una mamá verde y crueltry free.

¡Hasta la próxima!

Por Rocío, Bloguera desde Lima, Perú