Nuestra piel vive expuesta diariamente a agresiones químicas y físicas, las cuales aumentan en los meses de calor con la mayor exposición solar y el fotodaño que provoca. Nadie está libre de acumular daño solar. No importa si tu piel es morena o si tomas sol sólo en el verano, el daño solar tiene efecto acumulativo y si no se previene a tiempo, puede llevar a varias complicaciones estéticas y médicas. El daño provocado por el sol se puede dividir en dos tipos. En fotoenvejecimiento, que es una aceleración del envejecimiento cutáneo normal provocada por el sol. Constituye una preocupación cosmética ya que se manifiesta mediante arrugas, manchas oscuras, despigmentación y pérdida de elasticidad en la piel, dando un aspecto mayor al que dicta la edad cronológica. Por otra parte, y más serio, están también las alteraciones que se producen a nivel celular y molecular inducidas por el sol, que pueden provocar lesiones premalignas y diversos tipos de cáncer de piel. El cáncer de piel más agresivo es el melanoma, siendo un factor de riesgo importante para su aparición la exposición al sol sin protección. Si no es detectado a tiempo puede llevar a secuelas serias y a la muerte. Para reconocer si una lesión es sospechosa de ser algo más que una simple mancha o lunar, puedes evaluarla con el ABCDE, que resume algunos criterios para evaluar la posibilidad de que una lesión sea maligna: A - Asimetría. Si al trazar una línea imaginaria en medio de la lesión, ambos lados son diferentes entre sí. B - Si la lesión tiene bordes irregulares C - Si el color de la lesión es muy oscuro o varía con el tiempo. D - Si el diámetro es mayor a 5 mm. E - Si evoluciona. Esto quiere decir si varía su color, tamaño, forma, sangra, molesta o pica, entre otros cambios. Si notas que tienes una lesión que ha cambiado con el tiempo y experimentas alguna de las alteraciones que se mencionan arriba, es mejor consultar a un dermatólogo para evaluar si es necesario extirparla. Antes de llegar a esto, es mejor prevenir el fotodaño. Puedes hacerlo usando bloqueador solar todos los días (invierno y verano), cubriéndote con sombreros y ropa al estar expuesto al sol y no tomando sol si las condiciones de los rayos ultravioletas han sido informadas como peligrosas. Esto también corre para los animales que cuidamos, es importante que cuenten con un lugar para cubrirse en las horas de mayor actividad solar. No hay excusa para no cuidarse, en Te Protejo se han listados algunas opciones de bloqueador para usar durante todo el año, así que a protegerse del sol de forma consciente y sin dañar a otros seres. Por Camila, bloguera desde Chillán