¿Quién no conoce el agua de rosas? Todas hemos escuchado de su existencia, pero pocas veces ponemos atención a sus bondades. O bueno, eso me pasaba a mí, no cachaba mucho qué onda, hasta que por una mala compra de un jabón para piel grasa que hizo puro que mi cara se engrasara todavía más, me obsesioné con el tema de controlar la grasitud facial… Así fue como la conocí. Esta agüita no es más que un destilado de pétalos de rosas, por lo tanto, es muy suave y gentil con nuestra piel, haciéndola ideal para pieles sensibles como la mía. Es súper natural, y es un secreto de belleza re antiguo, de hecho, les doy firmado que al menos un 80% de las abuelitas regias usa o al menos usaba agua de rosas regularmente. Mi abuelita usaba y tenía una piel envidiable, lo juro! Y es que esta agüita hace de todo. Sirve para: *Hidratar las pieles secas. *Equilibrar la producción de aceite de las pieles mixtas o grasas (Doy fe de eso con el alma!) *Reduce los poros. *Calmar las pieles sensibles luego de exposición al sol o tratamientos (También lo afirmo!) *Reduce rojeces (También! Jaja) *Refresca cuando hace mucho calor, reduciendo la transpiración excesiva en la zona de la cara (Tuve suerte de conocerla este verano!) *Alivia los bochornos de la menopausia (Acá no tengo idea si sirve, para qué les voy a mentir… Pero es bien famosilla por eso ah!) *Sirve como tónico, preparando la piel para una mejor absorción y asimilación de la crema facial o tratamientos en general. *Ayuda a quitar los últimos restitos de maquillaje, proporcionando una limpieza más profunda de la piel. *Fija el maquillaje maravillosamente (Esto es de lo que más me gusta!) *Al aplicar después del maquillaje, protege la piel de las agresiones del clima, contaminación, etc. *Sirve para limpiar zonas íntimas. …Y demás que se me queda alguna cosa en el tintero! El agua de rosas es un indispensable para mí, es el único producto que no es de maquillaje que ando trayendo siempre en mi bolso, y que repongo antes que se termine. Y es que no es para menos pues! Más encima, es un producto generalmente muy económico, al alcance de cualquier bolsillo. Mi última agua de rosas la compré en Equus Mare, y me costó la amigable suma de $3000. Personalmente, me parece una ganga para todas las bondades que tiene. Así que chiquillas, cortémosla con gastar fortunas, que a veces con lo natural tenemos mucho más! Carolaila.