Viajando por el mundo de la moda: la industria de la lana
Vamos a seguir expandiendo las diferentes disciplinas dentro de la industria de la moda, en esta oportunidad nos adentramos brevemente en el camino de la industria de la lana.
Cada año a los animales con lana se los somete a la esquila ¿Qué es esto? Es la acción de cortar el pelo de un animal. Esta actividad se realiza una vez al año, preferentemente en verano, se lleva a cabo con tijeras o también con máquinas llamadas esquiladoras. A partir de esta técnica, la lana se somete a una variedad de procesos para luego ser usada en la industria textil.
Lo más habitual se vincula a la extracción de la lana de las ovejas, pero también se puede llevar a cabo en otros animales, como por ejemplo: cabras, alpacas, vicuñas, guanacos, llamas, etc.
Una vez extraída la lana del animal, es adquirida por las distintas empresas para ser industrializada y sometida a procesos de:
Clasificación: Se divide la lana que está sucia con la finalidad de separar los vellones por finura para determinar el tipo industrial de la lana.
Lavado: Se busca separar la parte grasosa de la fibra y conservar la materia vegetal.
Eliminación de las materias vegetales: se utilizan distintos químicos para destruir estas materias, pero sin dañar la fibra.
Cardado: Se utiliza una máquina para transformar las fibras en mechas circulares que luego van a ser enrolladas.
Peinado: se somete la lana a la acción de las máquinas peinadoras, para mejorar así su uniformidad
Hilado: La transformación de lanas cardadas y peinadas en hilos constituye la etapa previa para sus usos industriales. Consiste en el estirado, la torsión y el plegado. La magnitud del estirado difiere según se trate de lanas cardadas o peinadas. En las primeras, el estirado llega a cuadruplicar su longitud original, mientras que para las peinadas el estirado puede llegar de seis hasta dieciséis veces.
Si bien el esquilado de las ovejas, pese a las apariencias, es importante para la salud de estos animales, ya que evitan infecciones, ceguera provocada por lana, obstrucciones en las vías urinarias y la dificultad o imposibilidad de levantarse por el peso del vello, algunas veces termina siendo una actividad insalubre para el humano que la realiza. A los esquiladores se les paga por volumen de material y no por hora de trabajo, lo que provoca que estos operen de manera más rápida y descuidada en el bienestar animal.
Entonces, si nos ponemos a evaluar todo esto, la lucha contra la liberación animal no sería solo victoriosa para que estos seres dejen de sufrir en cautiverio, en malas condiciones y sean maltratados para un fin económico, sino que también seria una forma de dejar de lado la explotación humana, incursionando en el uso de materiales sintéticos para la vestimenta y productos vegetales para la alimentación.
Los invito a seguir reflexionando sobre los interrogantes de mi post anterior “EN BUSCA DE UNA MODA LIBRE DE CRUELDAD ANIMAL” .
Imágenes extraídas de pixabay.
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Bibian Dice:
Emilia muchas gracias por la información detallada. Si bien es cierto lo que mencionan de la necesidad de liberar los animales del exceso de pelaje, es indispensable realizar dicha actividad bajo las condiciones óptimas para los animales.
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