Abrazar un árbol
Quizá te parezca una moda más, medio extraña o quizá te parezca algo tan común que no pensaste que es un acto de sanación. Sin embargo, la verdad es que abrazar un árbol es sanador y favorable para tu salud.
Es probable que hayas escuchado que los árboles y las áreas verdes en general nos otorgan múltiples beneficios. Nowak et al., (1997), por ejemplo, señalan que los principales beneficios ambientales son: modificación del microclima, protección contra rayos UV, estabilización de laderas en carreteras y de conjuntos habitacionales, mayor capacidad de intercepción reduciendo en parte las inundaciones, conservación de la energía y del dióxido de carbono, reducciones en niveles de contaminación acústica y ambiental, aumento en la calidad del aire, intervención en hidrología urbana y beneficios ecológicos como enriquecimiento de la biodiversidad local. Además, señalan que las áreas verdes permiten mejorar la salud física y mental, promoviendo el uso del espacio para el ocio, la recreación y el deporte, aumentando los valores de la propiedad, el desarrollo económico local y fortalecimiento del sentido comunitario, responsabilidad y ética.
Por otra parte, Silverstone (2009) en su Libro Cegados por la Ciencia, estipula que además de la importancia dada a las anteriores propiedades no es descabellado pensar que los árboles sean posibles y que logren recoger cada longitud de onda vibracional y almacenarlas dentro en su interior, y que por ello las plantas sean totalmente conductuales, algo así como un ser de la naturaleza (como el agua) con propiedades vibracionales diferentes que afectan nuestro comportamiento y sistema biológico.
Por lo que, basados en este supuesto podemos pensar en ¿Qué mejor que abrazar un árbol?, plantar un árbol y convivir cerca. Abrirnos, experimentar y comprobar en base a nuestra experiencia, total no perdemos nada!
Los árboles nos ayudan a conectarnos con el ambiente natural, con la naturaleza; nos ayudan a relajarnos, fortalecernos, contactarnos con antepasados, cargarnos de energía, entre otros. Entonces, ¿Cómo captamos esta energía?, según Fuentes (2015) existen dos formas fundamentales:
A TRAVÉS DE LA ENERGÍA DEL ÁRBOL:
1.- Camina entre los árboles y escoge alguno que te llame la atención.
2.- Acércate a él, obsérvalo y capta su energía, no trates de analizarlo mentalmente o de establecer un vínculo emocional. Sólo nota su tono vibratorio.
3.- Tócalo al mismo tiempo que cierras los ojos, con tu mano izquierda. Reconoce su fuerza y su influencia en el entorno. Observa si es un árbol solitario o un pastor de árboles que tiene influencia sobre el colectivo. Capta si su energía es curativa, o si es protectora y amorosa, o si es sabia, o si es imponente en todo ese territorio o de cualquier otro tipo. Acepta esa energía sin más y pregúntate si deseas recargarte a ti mismo con esa fuerza.
4.- Establece contacto con la energía del árbol mediante tu corazón energético. Vacía tu ruido interno, fluye en el amor y escucha al árbol. Capta su espíritu. Preséntate con tu nombre y entra en un espacio donde la comunicación es energética y no sonora. Puedes pedir consejo sobre cualquier situación que necesites, cargarte de energía, relajarte o aceptar su sabiduría.
5.- Escúchala en tu corazón, da las gracias, levántate y despídete poniendo tu mano derecha sobre su tronco.
EN CONTACTO DIRECTO CON EL ÁRBOL:
Utilizando las manos:
A través de ellas podemos realizar una captación más consciente, son una zona muy sensible a la emisión y captación vibratoria ya que en la palma existen varios puntos de entrada y salida de energía. La posición más conveniente es la de seguir las grietas o fisuras de la corteza en el sentido que las presenta el árbol.
Utilizando la espalda:
La parte central de la espalda, recorriendo la columna vertebral, se encuentra el canal energético principal del cuerpo. Apoyando esta zona en el tronco del árbol absorberemos la energía que emana.
Así que deja la “vergüenza” de lado y practiquémoslo cada vez más. Y si lo has hecho ¿qué te parece? A mí por lo menos me da calma y serenidad mental para pensar con un poco de orden.
Saludos!!! <3
Por Nico G. de Vallenar y Santiago.
Bibliografía:
FUENTES, D., 2015. Abrazar un árbol. Un día a la vez. [en línea] <https://undiaalavez.net/web/2015/03/abrazar-un-arbol/>
NOWAK, D.; DWYER, J.; CHILDS, G., 1997. Los beneficios y los costos del enverdecimiento urbano. Áreas verdes urbanas en Latinoamérica y el Caribe. Universidad Autónoma de Chapingo. México. [en línea] <https://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=884098>
SILVERSTONE, M., 2009. Introducción a las plantas. Cegados por la Ciencia. [en línea] <https://www.blindedbyscience.co.uk/chapter8_plants.html>
Comparte:
Copiar URL Más posts de Beauty BloggersAl enviar tus consultas o comentarios estás accediendo a recibir nuestro newsletter de forma mensual.
AGREGAR UN COMENTARIO