Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) constituyen una agencia nacional de investigación médica en Estados Unidos. Agrupa a 27 institutos y centros, y forma parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de este país. Es la principal entidad federal dedicada a realizar y apoyar investigaciones médicas básicas, clínicas y traslacionales, y trabaja en descubrir las causas, tratamientos y curas de enfermedades tanto comunes como raras.

Recientemente, NIH ha puesto en marcha una nueva estrategia destinada a ampliar la investigación innovadora basada en humanos y, al mismo tiempo, disminuir el uso de animales en la ciencia. El desarrollo y la aplicación de modelos alternativos de vanguardia que no recurren a animales se alinean con la reciente iniciativa de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para reducir este tipo de pruebas. Si bien los modelos animales han sido lo tradicional para el avance del conocimiento científico, las tecnologías emergentes ofrecen ventajas únicas. Utilizadas de forma correcta o en combinación con modelos ya existentes, pueden ampliar de manera significativa las herramientas disponibles para responder preguntas biomédicas que antes resultaban complejas o imposibles de abordar.

“El sistema de investigación biomédica ha dependido durante décadas, de manera casi exclusiva, de los modelos animales. Con esta iniciativa, el NIH inaugura una nueva era de innovación”, señaló el director del NIH, Dr. Jay Bhattacharya. “Al integrar los avances en ciencia de datos y tecnología con nuestra creciente comprensión de la biología humana, podemos replantear de raíz cómo se desarrolla la investigación, desde las fases clínicas hasta su aplicación en la vida real. Este enfoque centrado en lo humano acelerará la innovación, mejorará los resultados en salud y abrirá el camino hacia tratamientos transformadores. Es un paso decisivo para la ciencia, la confianza pública y el cuidado de los pacientes." En áreas como el Alzheimer y el cáncer, la investigación ha demostrado limitaciones al trasladar resultados obtenidos en animales a enfermedades humanas. Estas dificultades pueden explicarse por diferencias en anatomía, fisiología, expectativa de vida o en las características mismas de las enfermedades. Aunque humanos y animales comparten gran parte de su información genética, estudios recientes sugieren que existen diferencias funcionales en órganos y sistemas que afectan la capacidad de traducir los hallazgos.

Las nuevas tecnologías están cambiando este panorama al permitir que los científicos estudien la salud y la enfermedad directamente a partir de información humana. Así, se convierten en una alternativa capaz de generar resultados más replicables, traducibles y eficientes, ya sea de manera independiente o en conjunto con modelos animales. Entre estas tecnologías destacan:

♥ Organoides: chips de tejidos y otros sistemas in vitro, que permiten modelar enfermedades y reflejar tanto la variabilidad biológica como las características específicas de cada paciente.

♥Modelos computacionales: simulan sistemas biológicos complejos, trayectorias de enfermedades e interacciones de fármacos.

♥ Datos del mundo real: hacen posible estudiar resultados en salud a nivel comunitario y poblacional.

Para impulsar esta transformación, NIH creará la Oficina de Innovación, Validación y Aplicación de la Investigación (ORIVA). Esta nueva entidad coordinará los esfuerzos de toda la agencia para desarrollar, validar y escalar enfoques no animales, además de servir como punto de enlace interinstitucional y regulatorio en la protección de la salud pública. ORIVA tendrá como misión ampliar la financiación, la capacitación y la concienciación en torno a los métodos alternativos, destacando su valor en la investigación traslacional. Las nuevas oportunidades de financiamiento incorporarán criterios que evalúen la idoneidad de los métodos según la pregunta científica, el contexto de uso, su aplicabilidad a humanos y su relevancia clínica. También se fortalecerá la infraestructura para facilitar el acceso de los investigadores a estos enfoques.

Asimismo, el personal encargado de revisar las solicitudes de fondos recibirá formación específica para mitigar posibles sesgos hacia los estudios con animales e integrará a especialistas en métodos alternativos dentro de los comités de evaluación. De manera anual, el NIH publicará informes sobre el gasto en investigación, con el fin de medir el progreso en la reducción del financiamiento a estudios con animales y el aumento en las inversiones en estrategias basadas en humanos.

El cambio que impulsa el NIH marca un precedente mundial. La ciencia del futuro será más humana, ética y precisa. Desde América Latina, también podemos ser parte de esta transformación, apoyando y promoviendo la investigación sin animales y basada en nuestra propia diversidad biológica y humana.

Esta nota fue traducida por Javi, y puedes leer el contenido original en este enlace.