Estos últimos días todos hemos sufrido de alguna forma u otra los efectos de un frío,poco frecuente, y es precisamente por eso que hoy se me ocurrió compartir con Uds. un ritual, si así puede llamarse, que practico hace varios años.
Se trata de ducharse con agua fría.
Así de simple. ¿Por qué lo hago? Sigan leyendo.
Beneficios
La primera vez que leí de los beneficios de las duchas con agua fría fue cerca del 2010, en el libro "El cuerpo perfecto en 4 horas" de Timothy Ferris.
Este libro es básicamente un recetario de técnicas y trucos poco convencionales que buscan desafiar el conocimiento popularmente aceptado sobre la forma en que entendemos como funciona nuestro cuerpo. Fue precisamente ese enfoque el que hizo que esta fuera una de esas lecturas que te cambian la vida.
Uno de los capítulos del libro versa sobre como las duchas con agua fría -y el entrenamiento a bajas temperaturas- puede ayudar a quemar grasa.
Independiente de la veracidad de esa premisa, que les invito a comprobar en carne propia, en internet se pueden encontrar múltiples beneficios de ducharse con agua fría, algunos de los cuales enumero a continuación:
Beneficios físicos:
- Mejora la salud de la piel
- Fortalece el sistema inmune
- Mejora la circulación
- Previene la caída del cabello
- Ayuda a la producción de testosterona, etc.
Otros beneficios:
- Aumenta los niveles de energía
- Mejora el estado de ánimo
- Trabaja la disciplina y la fuerza de voluntad
- Algunos experimentos señalan que incluso ayuda en el tratamiento de cuadros depresivos, etc.
Motivación
Como les comentaba, si bien existe la creencia de que esta práctica tiene numerosos beneficios físicos, quisiera centrar mi atención en un punto en particular, que tiene que ver con la disciplina y la fuerza de voluntad:
comenzar el día duchándonos con agua helada es comenzar el día desafiando (¡destruyendo mejor dicho!) nuestra zona de confort.
Al ser capaces de abandonar el agua caliente, que cae sobre nuestros cuerpos tibios, nos demostramos a nosotros mismos que somos capaces de lograr cualquier cosa. El mensaje es que hemos logrado hacer algo que nos resulta muy difícil ¡y salimos airosos de ello!
Es precisamente ese coraje matutino el que me acompaña a lo largo del día y al cual recurro muchas veces para lograr diferentes cosas.
¿No quieres hacer esa llamada? Llama ¿No quieres tener esa conversación incómoda con ese alguien? Tenla. ¿Hay algo que te haga sentir incómodo pero que tengas que hacer? ¡Solo hazlo! Es como cambiar el agua de caliente a frío, pero nada va a ser peor que esa ducha con agua helada.
La técnica
La forma de lograr este sacrificio matutino varía dependiendo de quién la recomienda, pero en general hay dos enfoques: saltar directamente a la ducha fría o hacer el cambio luego de haber comenzado con agua caliente, gradualmente o de golpe.
En mi experiencia cotidiana lo mejor es comenzar por ducharse con agua caliente, lavarse bien y luego hacer el cambio a agua fría sin ningún tipo de preámbulo.
Lo importante es que para lograr los efectos deseados, es indispensable permanecer una cantidad de tiempo significativa en estas condiciones. Generalmente estoy cerca de 3 minutos bajo el agua fría.
Pensamientos finales
Los animo a intentar esta pequeña gran terapia en casa.
Hay días que les va a costar más que otros, pero no lo piensen: háganlo. No les va a pasar nada malo, van a honrar a sus ancestros que nunca conocieron el agua caliente y les va a resultar sumamente divertido, se los garantizo. Y tómenselo con humor. Durante mis primeros intentos recuerdo que comenzaba a reírme solo debajo de la ducha fría. Me reía súper fuerte mientras me revolcaba, luego salía y me sentía inmortal. También funciona cantar.
Como leí una vez y comparto plenamente: la clave del éxito está en conseguir sentirse cómodo haciendo cosas que nos hagan sentir incómodos.
¡Mucho éxito!
Un abrazo,
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