Hace tiempo, cuando mis conocimientos sobre maquillaje eran aún más escasos, decidí comprar clon. Compré unos labiales que elegí porque eran tonos que no había podido encontrar en las marcas que yo solía consumir entonces. Por supuesto, sabía que esa marca era cara, sabía que compraba clon, pero no sabía cuál era el problema. Por aquí es demasiado común. ¿Qué podía ser diferente con comprar maquillaje clon? Aquí les relato mi experiencia, esperando que ustedes no tengan que vivirla nunca.

Pues bien, lo hice. Compré tres tonos, nada baratos para lo que son. Casi 5 dólares cada uno, cuando hoy en día los pueden encontrar en un dólar. Con los mismos 15 dólares que gasté en ese entonces por tres clones (cuyas consecuencias observé después) más tarde compraría uno original.

Los labiales clon que adquirí antes, como dije, me encantaron porque eran raros para mí, con colores difíciles de encontrar y venían en un lindo empaque, como acostumbra la marca. Y la caja era igual de linda, prometían durar mucho y oler bien.

Con los primeros no me ocurrió nada. Pero cuando utilicé el tono que no había probado aún (un morado oscuro muy lindo, también una novedad para mí) me fue peor.

Normal, todo el día me duró bien con algunos retoques mínimos, y a la hora de removerlo, no me dejó pintados los labios. No. NO. Me dejó una serie de granitos diminutos que ardían terrible y no había tenido oportunidad de observar debido a que cada vez que el labial se desgastaba, no tardaba nada en retocarlo. Así que tuve que ir con el médico y me dijo que había sido reacción alérgica.

No pude maquillarme en todo un mes, sólo usaba bálsamo labial y además me daba miedo usar cualquier otra cosa, pues mis labios habían quedado sumamente sensibles e irritados. Además, cuando me lo apliqué sentía mucha comezón, algo a lo que no le presté mucha atención hasta que me brotó la alergia. No sabes qué te va a tocar. El problema pasó. Y quizás soy un poco más delicada que muchas, podrían creer que exagero, pero de verdad: ninguna está exenta de los riesgos.

Para concluir esta entrada, quiero recalcar mi mensaje: NO COMPREN PIRATERÍA, MUCHO MENOS EN MAQUILLAJE. Hoy en día el maquillaje clonado es tan común como los jeans. Las personas lo compran porque "no pueden pagar el original". Yo me pregunto, ¿y porqué la necesidad de comprar de esa marca en específico, aunque sea clon? Si no me alcanza para la Alchemist Palette de Kat Von D (que, por cierto, es verdad, no me alcanza) puedo ahorrar y comprar la paleta Spotlight Highlight de BH Cosmetics. A menos de la mitad del precio de la otra e igual de bonita.

No hay pretextos para comprar pirata. El problema no es no tener dinero, el problema es ocupar lo poco que algunas tenemos en algo que nos puede ocasionar graves problemas, desde alergias con un sólo uso hasta un shock tóxico o cáncer a la larga por los ingredientes que contienen en cantidades ilegales y sin supervisión de la FDA (como ocurre con el plomo). Además, es delito. Lo hemos normalizado, pero no deja de serlo: la piratería está mal. Si te roban tus ideas y otra persona gana dinero con ellas te parecería injusto, ¿verdad? Pues eso estamos apoyando cuando compramos piratería.

Hablando de salud otra vez, los laboratorios donde se elaboran estos productos carecen de las mínimas medidas de higiene y salubridad. Y se han realizado estudios donde han encontrado desde orina humana hasta heces de rata en estos productos. ¿Vale la pena pagar menos cuando te estás poniendo eso en el rostro?

Ahora, recordando que el tema que nos conscierne no es sólo maquillaje, sino maquillaje libre de crueldad: con el maquillaje pirata no tenemos ninguna certeza de que no haya sido probado en animales. Siendo ilegal y, dado que a los que lo fabrican no les importa nada más que ganar dinero, no dudaría de que ni siquiera en una hoja de papel lo prueban; pero de igual modo puede ser que lo prueben en animales como es costumbre (y ley) en China. Es mejor no arriesgarnos y no consumir este tipo de productos, porque además de fomentar un delito, podríamos estar apoyando la explotación animal sin saberlo (o sin querer verlo).

Y bien, es cierto que a muchas les ha ido bien usando maquillaje pirata, pero eso no es un argumento válido para defenderlo. Las consecuencias pueden tardar en aparecer, y sigue sin valer la pena el riesgo. Es como aventar un dado y esperar que siempre te salga un seis, y apostar tu salud a ello. No vale la pena, de verdad. Ojalá algún día acabemos con la demanda de esta clase de productos que sólo fomentan la ilegalidad y atentan con nuestra salud a costa de "precios bajos".

Es mejor comprar algo original de gama económica que algo de gama alta pirata. No más apoyo a la piratería.