Para todas quienes sufrimos rosácea, sabemos que es imposible utilizar rubor aunque el color sea muy bonito y pueda ayudarnos a definir algunas cualidades de nuestro rostro. Sin embargo el dilema de la rosácea es que el rubor suele resaltar aún más la irritabilidad y las manchas rojas que tanto nos costó ocultar bajo la magia de la base o el corrector. Por lo tanto utilizarlo finalmente se convierte en un deseo casi imposible de alcanzar. Digo “casi” porque es difícil pero no imposible. Sí podemos reemplazar el rubor por otro maquillaje, que es muy probable que ocupe lugar en nuestro kit diario. La diferencia radica en que normalmente las mujeres cuando pensamos en rubor de inmediato se nos viene a la mente una gama de colores que van desde los rosa pastel hasta los granate pasión. Bueno, déjenme expandir un poco más ese horizonte de colores, porque lo que las chiquillas con rosácea necesitamos es ¡Ta chan! Polvo bronceante. Conocido por entregar un tono más luminoso a la piel y por enfatizar ciertas zonas del rotro, el polvo bronceante es la solución para nosotras. ¿Por qué? La respuesta es tan simple que el “Duh” de Homero Simpson queda chico: Porque su gama de tonos y colores es café. Sí, café. Lo que necesitamos es utilizar el polvo bronceante en lugar de rubor. Seguramente puede desanimar a algunas que se imaginaban algo más espectacular. Pero la razón es muy simple. Primero, si tenemos rosácea, nuestra piel tiende a enfatizar el tono rojo y rosa en las mejillas, por lo tanto si cubrimos esa zona con base (para atenuar el tono) y luego aplicamos rubor de algún color coral, lo que vamos a conseguir es que esas manchas vuelvan a aparecer. Los poros están abiertos, la piel está dañada, es como si aplicaremos rubor sobre una piel con cicatrices. Lo que va a pasar es que se acentuará la rojez haciendo que finalmente desistamos del producto. Así que, confíen en mí, utilizar el polvo bronceante no sólo reemplazara el tono del rubor, sino que además como cubre el pómulo y de por sí ilumina, nos ayudará a que las facciones del rostro se vean más armónicas, ya que el rubor de por sí es demasiado falso para fingir que estamos “sonrojadas”. En cambio el bronce, ayuda a que la piel se vea “tostada” con un leve brillo en el pómulo, lo que a la larga lo hace ver más natural sin dejar de notarse el maquillaje. ¿Cómo se aplica? Primero, lo primero. El tuco del millón. Para cubrir las manchas rojas primero necesitamos un corrector de color verde. Sí, verde. NyX tiene uno muy bueno. El verde atenúa el rojo, por lo tanto baja la intensidad de las manchas. Luego aplicamos la base por encima del corrector, y ¡voilá! Las manchas han desaparecido. Una vez emparejada nuestra piel, y de aplicar los polvos compactos para sellar la base, tomamos nuestro polvo bronceante y aplicamos en diagonal desde el pómulo hasta la zona superior de la oreja. Otro truco es aplicar en cantidades generosas, ese mismo polvo bajo el pómulo hasta el centro de la oreja. ¿La diferencia? El primero ayudará a definir más el rostro y lo hará verse más alargado, y como el pómulo sobresale se verá más iluminado. En mi opinión se verá más bonito y elegante. El segundo ayudará a que nuestro contorno se vea más definido y si tienes mucha mejilla, ayudará a disminuir su volumen. La gracia es que este tutorial le sirve a todas, pero especialmente a nosotras, las niñas rosaditas, las que pasan ruborizadas, ¡cuec! Pueden adquirir diversos colores, pero intenten que quede fuera de la gama roja, granate o coral. Porque siempre el tono rojo ayudará a que vuelva la irritación. Si quieren más luz, el polvo puede ser semi transparente en un tono café con leche. Las que  quieren un tono más definido pueden ocupar un tono de las gamas oscuras. Too Faced tiene uno genial que es el grupo Bronced & Poreless y se llama “sweathearts beads”, contiene capsulas rosadas pero dan más luz que color. Y el acabado es maravilloso. Es un taller fácil y simple. Y de verdad chicas, no se compliquen. Marcas, hay muchas, pero yo recomiendo Nyx, Too Faced y Wet N’ Wild,  y si pueden conseguirse algún producto de Smashbox, sería genial. Lamento si no fue una clase magistral para todos los gustos. Pero esta vez tenía que enfocarme en este tema particular. Y recuerden que siempre pueden tratar la rosácea con agua fría (mineral en pulverizador del refri), con aceite de Tea Tree, y atenuarla con corrector verde y una base ligera. ¡Nos leemos en la próxima! Cata W /@onlystylemakeup