Vamos al punto. Tengo mi pelo largo y lo he mantenido así por bastante tiempo. En esta época especialmente, tengo la suerte de que se me aclaran las puntas (a mí al menos me gusta así, no sé si al resto). Pero ese aclarado se consigue con la despigmentación de tanto exponerlo al sol. Como al pelo no se le puede aplicar bloqueador solar (porque ya sabemos que el desastre pegajoso sería inminente), es obvio que vaya a resquebrarse o secarse, sobretodo las zonas que se despigmentan. Así que por eso siempre es bueno tener a mano algún producto que sirva para protegerlo, más que del sol mismo, del calor. La verdad es que soy super fan del sol, le tengo buena onda y siempre aprovecho los días soleados para nutrir pelo y piel; obvio que en esta época lo aprovecho al máximo. Igual quiero dejar en claro que no soy una loca maniática que anda por la vida bajo el sol, pero sí me gusta recibir la mayor cantidad de nutrientes de la luz diaria. Pero cuando el sol hace su trabajo con el pelo (en mi caso, desteñirlo y llenarlo de vitamina D), es cuando hay que protegerlo, no de los rayos, sino que del calor. Ya que como a una plantita, si bien el sol les hace increíble, sin agua y nutrición, se muere. Por eso es que hace tiempo que no utilizaba muchos productos en el pelo más allá de un champú orgánico y algún aceite amigable para después del lavado. Pueden leer algunas referencias en mis publicaciones si hacen clic AQUÍ. El bálsamo es genial para desenredar el pelo, pero así es como también sucede que si se abusa de su uso es probable que tape las puntas del pelo dejándolas sin respirar, y es cuando nos damos cuenta que están quebradas y secas. Cuando tuve la oportunidad de probar el bálsamo de Apicola del Alba, lo primero que pensé es que me parecieron amigables sus componentes principales, propóleo y melisa. Se sabe que la miel y el propóleo son unos de los desinfectantes y remedios de la naturaleza más puros y amigables con el organismo. Sumando a eso la Melisa, que relaja y suaviza, se podría decir que le tuve más fé que a muchos de los productos alcalinos que se venden para el cuidado del pelo. Llevo usando el bálsamo aproximadamente un mes y debo admitir (porque siempre soy bien crítica con los productos que uso) que he notado un cambio favorable en mi pelo. Partiendo porque se me ha aclarado aún más (culpo a los componentes del propóleo), y todas las puntas con las que batallo se han cerrado. Agrego además que está full brillante y suavecito. No se me enreda después de secar y deja un aroma delicioso. Como dato anexo a todo lo que he hablado anteriormente, les cuento que hace mil años que no uso secador de pelo, así que en todas las épocas (sí, hasta en invierno), dejo que mi pelo se seque por sí solo. Por lo tanto creo que el efecto conseguido se debe además al cuidado que le demos fuera de la ducha, como mantenerlo al aire libre y dejar que tome sol. Por lo demás debo darle gracias a Apicola del Alba por darme la oportunidad de conocer sus productos. He quedado muy satisfecha con este bálsamo, tomando en cuenta que ha sucedido el efecto que esperaba (y espero) conseguir con los productos que uso diariamente en mi pelo. Les recomiendo darse una vuelta por su página, AQUÍ, y ojear el catálogo. Sigo echándole la culpa a la miel y al propóleo por el efecto de suavidad, brillo y luminosidad. Creo que todo producto que tiene como base estos ingredientes siempre entregará un resultado optimo y positivo. Si quieren conocer otra opinión sobre este producto, les invito a leer  la experiencia de Mariana, otra chiquilla del blog. ¡Nos leemos! Y como ha comenzado un nuevo año, las invito a seguirme en mi página de maquilladora para novias y eventos. Si tienen amigas o familiares que se casen este año pueden buscarme en Facebook a través de Only Style. O, me puedes seguir por Twitter. ¡Coticen con confianza, que no muerdo! jojo Cata W /@onlystylemakeup