Esta es mi primera experiencia usando mantecas para el cuerpo y me alegra haber probado una de Hugo & Debra Naturals, una marca que siempre me ha llamado mucho la atención por el enfoque que dan a sus productos e ingredientes y por la calidad que parecen tener al sólo ver los envases y leer sus descripciones y detalles.

Debo decirlo, soy mala para las cremas, me gusta lo práctico; un jabón que te deje la piel exquisita después de la ducha y quedo lista para olvidarme del cuerpo, menos en verano cuando debo ocuparme de usar bloqueador. Sin embargo, hay algunas cremas que sobre todo por su textura y su olor utilizo para lograr cautivar a través de la piel, y aunque algunos de los corazones rotos que ha dejado mi paso coinciden en que mi piel es demasiado suave y yo lo atribuyo principalmente a la alimentación, confesaré mi secreto; las cremas son una de mis arma seductora. (Claro, no las uso mucho, porque la mayor parte del tiempo no estoy preocupada de seducir, así que si me ven echándome cremas podrían aprovechar de pedir un deseo).

El olor de esta manteca me mató, es igual al olor de un bloqueador que usé mucho tiempo que me encantaba. Aún no le encuentro el olor a mango, para mí huele a chirimoya alegre. ¡Me dan hasta ganas de comerme una de esas obleas con helado!

Me sorprendió su dureza y luego de pensar que era una manteca muy mal absorbida por la piel obteniendo uno de los peores resultados de mi corta historia con las cremas, descubrí que la técnica para obtenerla en su máximo esplendor era sacando un poco con las manos para derretirla en ellas y luego utilizarla sobre el resto de la piel.

¿El resultado?: Un duradero aroma a chirimoya alegre (bueno, pongámosle; "mango alegre"), una textura casi como la de los  aceites corporales, pero con buena absorción, de hecho funciona muy bien para hacer masajes y una piel con un leve brillo-mantecoso que queda muy lindo sobre todo si tu piel está bronceada.

Es la primera vez también que pruebo los tan afamados efectos de la manteca de karité que terminaron por transformarla en mi nueva arma para la resequedad en los codos, que ya me había dado por vencida de erradicar y para la resequedad de los pies luego de largas caminatas con chalitas por la ciudad. ¡Nada más rico que un relajante lavado de pies al llegar a casa y luego aplicarse esta manteca!

Un producto libre de glúten, parabenos, petróleo, fragancias y colorantes artificiales, ingredientes de origen animal y obviamente libre de testeo en ellos.

¿Cómo obtenerla?: Puedes comprarla en Route to Green a través de su página o directamente en su tienda (Isabel la Católica 4339, Las Condes) en un hermoso envase (¡me encantó) de 113 gr. por 8490, un precio que realmente vale la pena a mi juicio ya que su efecto es bastante duradero y de buena calidad.

Karin S. / @kalabazavegan