Este kit de productos llegó con dos frascos de pasta de dientes: uno de menta y otro de naranja, ambos con ingredientes naturales y hechos en Chile. Desde el empaque, Biorigen se siente como una opción pensada para quienes buscamos cuidar tanto nuestra salud dental como el medio ambiente.

Primero, hablemos de los sabores

La pasta de menta es refrescante, y desde el primer uso, noté una sensación de limpieza profunda que dura bastante tiempo. No es la típica menta fuerte que abruma, sino que deja la boca fresca sin ser invasiva.
La pasta de naranja dulce, por otro lado, me pareció una excelente alternativa para variar. Su sabor es más dulce y suave, ideal para quienes prefieren algo menos tradicional. Personalmente, me gustó tener ambas opciones y poder elegir según el momento o el gusto del día.

Biorigen destaca por sus ingredientes naturales

No contiene triclosán, SLS, fluoruro, propilenglicol ni edulcorantes artificiales, lo cual es un alivio para quienes intentamos reducir los químicos en nuestros productos de cuidado personal. También es libre de agentes espumantes y blanqueadores, algo que noté de inmediato al usarla. No se siente la típica espuma que se genera con otras pastas de dientes, pero aun así, mis dientes quedaron limpios y con un aliento fresco.

El cepillo de dientes que viene en el kit también merece una mención. Su mango es de Bambú, una madera ecológicamente sostenible y 100% biodegradable, por lo que se puede desechar de forma segura en el compost al final de su vida útil. Las cerdas son de plástico PLA, lo que le da una buena elasticidad y durabilidad sin deformarse. Las cerdas suaves fueron un gran alivio para mis encías, que suelen ser sensibles con los cepillos más rígidos.

Además, el detalle de las cerdas rosadas del cepillo realmente me encantó, ¡justo en mi color favorito! Es un toque simple, pero añade un poco de personalidad al cepillado diario y hace que el kit de Biorigen sea aún más especial.

En resumen, Biorigen es una opción que combina efectividad y respeto por el planeta. Me gustó la experiencia de poder variar entre el frescor de la menta y la suavidad de la naranja, sabiendo que además estoy cuidando mi salud sin ingredientes innecesarios. ¡Definitivamente se ha ganado un lugar en mi rutina de cuidado dental!