articulos |Publicado el 31-07-2020

Mi primer entrada

¿Cómo fue que me involucré en la experimentación animal en la industria cosmética?

¡Hola! Mi nombre es Itzel y hoy les voy a contar un poco de mi historia y acercamiento a los productos cruelty free.

Empezaré por contarles que mi historia tiene dos vertientes que me llevaron a lo mismo: estudié la licenciatura de Biología y, aunque me encantan los animales, nunca me he dedicado a ello ni decidí estudiar esa carrera por ellos. Lo que me gustaba era poder conocer y tratar de comprender la vida en sus expresiones más pequeñas, me encantaba aprender sobre bacterias, virus, las células del cuerpo humano; materias como genética, biología molecular, biología celular y cáncer me parecían fascinantes. Hice una maestría en el área de Biomedicina y me enfoqué en hacer investigación en diferentes tipos de cáncer en el ser humano; sin embargo, nunca me sentí cómoda con la idea de trabajar con animales de laboratorio, por lo que siempre elegí proyectos en los que no tuviera que experimentar con ellos y en su lugar utilicé sangre y células de tumores de pacientes.

La otra parte de la historia comienza cuando terminé la licenciatura, pues tuve como animal de compañía a un conejito que cambió mi vida. Conejito (su nombre bien original, jeje), que a la fecha tiene 7 años conmigo, me hizo sensibilizarme más en el tema de la experimentación animal.

Casualmente en esos mismos tiempos, me hice fan de ver videos de maquillaje en YouTube, empecé a comprar más productos cosméticos y comencé a enfocarme en comprar productos que tuvieran “el conejito” o las leyendas de no estar probados en animales, no obstante, no sabía que existía el mundo de las certificaciones y compré muchas veces productos que en realidad sí testeaban en animales, dejándome llevar por su mercadotecnia. Cada vez fui investigando más sobre el tema y ya que en México no parecía haber mucha gente que estuviera interesada, entré a un grupo de belleza cruelty free chileno. Ahí aprendí mucho sobre las marcas y certificaciones, y eventualmente supe de la organización Te Protejo y me alegró mucho saber de su llegada a México, por lo que decidí contactarlos para formar parte de sus voluntarias. Espero que mis publicaciones ayuden a resolver dudas que surgen respecto a la experimentación animal y a tener más confianza y seguridad para poder convertir sus cosméticos en productos libres de crueldad.

...Y si se lo preguntan, adopté 3 conejitos más y ahora somos una hermosa familia de peluditos bigotones que adoro con el alma.