¡Hola a todos! Soy la nueva Blogger de Te Protejo Latam en Bogotá, ciudad en donde nací y he vivido toda mi vida. No puedo decir con claridad con qué tipo de carrera me identifico por completo, soy más una aprendiz y me gusta desempeñarme en una gran variedad de cosas. Estudié artes plásticas un par de semestres y luego hice un cambio a Música, por 5 años me dediqué al piano, empecé a tocar desde muy pequeña pero no fue sino hasta que entré a la universidad que encontré que hacer conmigo y con mis aptitudes musicales. Fui parte de un par de bandas bogotanas como cantante y compositora, escribí la música de un cortometraje y después pasé un tiempo por el teatro musical.

Hace unos años me gradué de Administradora de Empresas y en este momento me desempeño como creadora de una marca de accesorios y productos para gatos y perros, con la que he podido dar rienda suelta a mi creatividad, ilustrando, diseñando y escribiendo sobre temas que me apasionan: el cuidado de los animales; la esterilización como el mayor acto de amor y responsabilidad; la adopción, entre otros. También soy rescatista independiente, veo y encuentro animales en todos lados.

Vivo con 5 gatos y un perro, mi búsqueda por minimizar mi paso por el mundo y cambiar algunos hábitos comenzó cuando llegó Anti hace 6 años, allí empecé a investigar para aprender más de ella, pero terminé encontrando una variedad de artículos, vídeos y páginas sobre maltrato, experimentación y negligencia.

Al principio no podía creer que este tipo de cosas pasaran en un mundo “civilizado”, no le veía razón a la violencia o a los experimentos, nadie hablaba al respecto, nadie sabía lo que pasaba. Caí en cuenta que la mayoría de nosotros vivimos en un tipo de ignorancia aceptada, queremos comer carne sin saber de dónde viene, utilizar artículos de belleza así sean testeados en ratoncitos o tomarnos la mejor selfie con un animal en peligro de extinción, separado de su madre y maltratado al punto de sumisión. Abrí los ojos por primera vez, empecé a ver nuestra pasividad en todos lados, animales abandonados, experimentos en perros y monos por empresas productoras de tabaco, criaderos de garaje, reproducción descontrolada, etc.

Lo único que podía hacer era involucrarme, fui a refugios, conocí personas con intereses similares y me puse la tarea de buscar marcas que no testearan en animales, quería hacer un cambio completo, pero la información era escasa. Me di cuenta que muchas personas también se estaban informando, buscando productos amigables con el medio ambiente y los animales, pero de las marcas que encontré la mayoría no comercializaban en el país y las que se hacían llamar “cruelty free” no tenían certificados internacionales o claridad a la hora de explicar si lo eran o no. Leí sobre Te Protejo y vi el trabajo que están haciendo para listar y certificar las marcas libres de crueldad en Latinoamérica, país por país, y por eso estoy aquí.

Andrea