tips |Publicado el 20-07-2013

Levadura de cerveza: amigo en el cuidado de la piel.

  Fin de semestre. Período de entregas, exámenes, dormir poco o no dormir, comer a deshoras, correr tras al micro. Estrés maldito. No sé si a ustedes les pasará, pero es típico que en períodos de presión extrema, aparte de andar por la vida como si me hubieran agarrado a palos, mi cara experimenta una fea mutación: granos. Y no basta con la rutina de limpieza para combatirlos, sino que tengo que estar días de días poniéndome la hoja entera de aloe vera en la cara para que se vayan. Changos. En ese drama estaba, cuando me acordé de que alguna vez mi papá me comentó que cuando era un lolo lolein (?) se hacía máscaras de levadura de cerveza para combatir las espinillas terrible metrosexual mi viejo. Además, don pololi tomaba cápsulas de levadura de cerveza para el mismo asunto (siempre creí que era más por lo de cerveza que por la levadura, pero en fin xD).  Así que, dados los antecedentes con resultados positivos, agarré papa y me puse a investigar qué tan maravilloso era el asunto. La levadura de cerveza, fermento que se obtiene del gluten en descomposición que se encuentra en la cebada, es un complemento alimenticio rico en proteínas y vitaminas del grupo B, de fácil digestión y rápida absorción por el organismo. Por su bajo contenido en sodio, el extracto de levadura de cerveza, puede ser utilizado en hipertensos. Su alto valor nutricional aporta muchísimos beneficios a la salud:

  • Proteínas: su alto nivel proteico es un excelente complemento para dietas vegetarias pues aporta las propiedades de la carne y alimentos derivados de animales.
  • Hierro: complemento indispensable para las personas anémicas.
  • Vitamina B: su alto contenido de esta vitamina y sus variables, influye de manera positiva en cuadros de irritabilidad, ansiedad o depresión (mándenle uno de estos a Longueira). Estas vitaminas ayudan a superar los efectos secundarios del estrés y a largo plazo ayuda contra el insomnio. Ademas, las proteínas y las vitaminas del grupo B son una mezcla efectiva en el regeneramiento de los tejidos. Tiene rápidos y comprobados efectos en la recuperación de la piel luego de quemaduras o intervenciones quirúrgicas.
  • Cromo: su alto contenido contribuye a disminuir la ansiedad, lo que lo convierte en un salvavida para aquellas personitas -como yo- que no pueden dejar de echarse un dulce a la boca.
  • Otros de sus beneficios: ayuda a disminuir los niveles de colesterol maligno y aumentos los del colesterol buenito, regula los niveles de azúcar en la sangre, y además de todo, desintoxica el organismo estimula la regeneración de la flora intestinal.
En el mercado -es decir, farmacias de homeopatía, supermercados y tostadurías), es posible encontrarla como polvo, para ponerlo en las comidas, o hacerse mascarillas faciales, y en forma de cápsulas que se toman dos veces al día. Por lo que he visto, la inversión no es mucha, pues el frasco con 60 cápsulas sale alrededor de tres lucas. Barato, no? A mi me pareció que ataca varios frentes al mismo tiempo: en mi caso, el estrés, los granos, y la ansiedad por comer cosas dulces. Como ya hay más de un beneficio, encuentro que es suficiente para probar por lo menos por un mes. Así que después de hacer el experimento, les cuento qué tal me fue :) Cariños!   Francisca/ @fran_n