Solemos asociar el pelo con la estética y la belleza. El pelo es una característica que nos define. Sin embargo, el pelo además nos protege de agresiones en la piel, del sol, del frío, etc. El pelo tiene una estructura compleja compuesta por aminoácidos, queratina y varias capas de cutícula, que están organizadas como vasos apilados uno dentro de otro.

Los productos capilares no se enfocan simplemente en cuidar el pelo, éstos deben ser diseñados para tener un efecto positivo en él, pero también en el cuero cabelludo. Además de esto, tienen en cuenta el tipo de pelo y las necesidades de las personas. Recuerda que un dermatólogo podrá decirte que tipo de shampoo y otros productos para el cuidado del cabello deberías usar.

Existen muchas variaciones en el pelo en cuanto al grosor, el tipo de ondas o rizos, el cuero cabelludo y las necesidades del consumidor. Podemos encontrar en el mercado productos para pelo teñido, seco, graso, deshidratado… Ya podrán imaginarse lo complejo que es crear productos para el pelo.

Cuando te lavas el pelo, el producto entra en contacto con la piel del cuerpo y los ojos por esta razón deben hacerse estudios y pruebas para obtener un producto apto para ser usado. Te invito a cuidar tu pelo con la misma dedicación que lo haces con tu piel y buscar siempre marcas certificadas como libres de testeo en animales ♥

Algunos tips a considerar:

1. No compres un producto capilar sin consultar a tu dermatólogo.
2. Cuando pienses en tinturarlo o en alisarlo permanentemente, hazlo en un lugar con profesionales confiables, ya que son los productos que más maltratan el pelo.
3. Desenrédalo con cuidado, ya que los movimientos fuertes debilitan el pelo.
4. Finalmente, mantén una rutina capilar como lo haces con tu rostro, con dedicación, amor y, por supuesto, productos certificados cruelty free.