No hace falta hacer una introducción hablando del virus que hoy nos tiene encerrados en nuestras casas, en Colombia llevamos aproximadamente 2 semanas de cuarentena obligatoria, muchos estamos trabajando de forma virtual haciendo una vida los más parecido posible a la que llevábamos antes del Covid-19, pero quizá todo este revuelo sea una oportunidad de hacer un cambio en nuestras vidas y cuando todo esto pase, no volvamos a hacer lo mismo de antes, o sino ¿habrá valido todo esto la pena?

No es la primera vez que la humanidad ha tenido que aislarse para sobrevivir a enfermedades, guerras, plagas, violencia… nos han invadido, muchos han perdido todo, pero también ha sido la oportunidad para crecer, para sacar lo mejor de nosotros como especie, replantear nuestros actos y dar un respiro a las rutinas zombies diarias de levantarnos, comer, trabajar, consumir, dormir, etc.

Los invito a aprovechar el tiempo en el que no nos estamos desplazando (que es demasiado) para evaluar nuestros hábitos de consumo, ¿qué estamos comprando? ¿qué productos usamos diariamente? ¿qué estamos comiendo? ¿cómo impacta todo esto a nuestro entorno? ¿cómo afecta esto nuestro cuerpo? ¿cómo afecta esto a nuestra salud? ¿cómo afecta esto a nuestro bienestar emocional? ¿cómo afecta a los demás seres vivos? ¿cómo puedo actuar de forma responsable respecto al consumo y la producción?

Creo que por más veganos, vegetarianos, activistas, defensores del medio ambiente y de los animales que seamos, desde que nacemos dejamos una huella imborrable en el entorno. Aquí es donde está la responsabilidad de que la parte negativa sea lo menor posible. En este momento tenemos un papel fundamental como consumidores, tenemos muchísimas alternativas y el poder de elegir. Créanme que si no volvemos a comprar una marca, por buena que sea, porque hace pruebas en animales, usa empaques contaminantes, tiene altos índices de toxicidad, es nociva para la salud, la obtención de sus materias primas deterioran el medio ambiente y mil cosas negativas más, estaría obligada a reinventarse o simplemente desaparecería.

Los invito a apoyar pilotos que así tengan fines más que todo lucrativos, están pensando en la evolución del pensamiento humano, que sabemos está orientado a convivir como especie causando el menor daño posible o desaparecer, tal como está pasando en este momento. Los invito a comprar marcas como Dove (cruelty free) de la gigante Unilever o los productos vegetarianos de Pietrán. Sé que habrá mucha polémica al respecto, pero los invito a pensar en ello, estos son pilotos que orientan las tendencias de producción a lo que la gente consume, entre más consúmanos este tipo de productos, más marcas migrarán sus productos a estas características.

Los invito a comprar productos responsables no solamente con su salud, también que sean responsables con el entorno, que sus empaques sean reciclables o biodegradables, que no hagan pruebas en animales para su producción, que sean productos duraderos para no generar más basura. Tenemos muchas alternativas naturales, enfoquemos nuestras compras en ellas. Reinventemos nuestros hábitos alimenticios, probemos unos días sin consumir productos de origen animal, motivemos a las empresas que están poniendo su grano de arena, no nos fijemos únicamente en el precio, miremos la promesa de valor que nos ofrece cada marca… pero sobre todo, seamos responsables y así prolongaremos nuestra existencia.

¡Un abrazo desde Colombia!