articulos |Publicado el 11-03-2019

5 Razones para hacer el cambio a productos no testeados en animales (Cruelty Free)

Si tú también estás empezando a buscar alternativas y pensando en hacer el cambio, aquí van 5 razones de peso para que des el paso definitivo.

¿Alguna vez te has preguntado si la marca de cosméticos o cuidado personal que utilizas fue previamente testeada en animales?

Si tu respuesta es no, no te preocupes, la mayoría de nosotros no se pregunta esto. Hace 6 años, yo no sabía nada al respecto. Fue necesario que me pusiera en la tarea de buscar información sobre experimentación y testeo animal para entender realmente qué era y hasta dónde llegaba.

Sin ir muy lejos, una búsqueda rápida en Google me mostró una realidad que se mantiene “oculta” a simple vista y de la que no se habla mucho fuera de los círculos de protección animal. Millones de animales utilizados anualmente con este fin: conejos, ratones, monos, e incluso gatos y perros, víctimas de maltrato animal a manos de compañías de cosméticos, detergentes, jabones, científicas... Lo peor, según los listados cruelty free, todas las marcas de productos que utilizaba habían pasado por algún tipo de testeo animal en laboratorio, ya fuera como materias primas o como productos listos para ser distribuidos.

Yo, una amante de los animales, era parte de la cadena de sufrimiento y maltrato perpetuada por la industria cosmética sin saberlo. La única manera de minimizar el daño era cambiando mis productos y marcas de cuidado personal por otros que no hubiesen sido testeados en animales. Si tú también estás empezando a buscar alternativas y pensando en hacer el cambio, aquí van 5 razones de peso para que des el paso definitivo.

 1. El testeo animal es una práctica cruel e innecesaria. La mayoría de los productos testeados ya sean medicinales o cosméticos reaccionan de manera diferente en un animal a como lo harían en un ser humano.

 2. Hay alternativas más baratas, rápidas y efectivas, como el testeo in vitro, que se hace con cultivos de células y tejido humano y da un resultado más certero. También hay modelos y simulaciones hechas por computador.

 3. La experimentación animal no sólo afecta conejos y ratones. Gatos, primates y perros también son utilizados, siendo el beagle el perro más comprado en laboratorios por su naturaleza dócil y pequeño tamaño.

 4. Los animales son reproducidos por criaderos con el único fin de ser sujetos de experimentación. Son vendidos cuando aún son cachorros y pasan toda su vida enjaulados, sin tocar el pasto o ver la luz del sol, víctimas de testeo, expuestos a sustancias tóxicas, medicinas o cosméticos, cuya vida termina cuando se les practica la eutanasia.

 5. En la mayoría de los países, como Estados Unidos, la unión Europea y Australia, las compañías cosméticas no están obligadas a testear sus productos en animales, pero muchas aún lo hacen. ¿Por qué querríamos seguir patrocinando una compañía que paga por el maltrato y sufrimiento de un animal inocente?

Hoy en día el testeo animal sigue siendo una práctica común de la que muchos de nosotros no somos conscientes. Tal vez las compañías que testean en animales deberían ser obligadas a poner en la etiqueta de sus productos, una foto de los animales de laboratorio que fueron sujetos de pruebas como las que encontramos en las cajetillas de cigarrillos.

Andrea Licht @andrelicht