articulos |Publicado el 21-07-2024

Día Mundial del Perro: ¿por qué se usan para experimentación?

Por más de un siglo, los perros han sido utilizados en investigaciones para la elaboración de medicamentos veterinarios, fármacos humanos e incluso para productos cosméticos. Pese a que su uso respecto en experimentos para cosméticos culminó a finales de los 90’, en la actualidad continúan siendo modelos experimentales en la industria biomédica. ¿A que se debe esto? ¿Cómo les afecta? Aquí te lo contamos.

Los canes, generalmente, son conocidos por tener un carácter y comportamiento dócil, lo que los ha situado como un animal adaptable, o más bien amigable, para el ser humano y las condiciones de vida que éste le ofrece. Esta son algunas de las razones por las que también se le ha catalogado como “el mejor amigo del hombre”.

Estas características no han pasado desapercibidas en el mundo de la ciencia, pues estas cualidades, junto al hecho de que los perros tengan similitudes anatómicas y fisiológicas con los humanos y eso permita que los resultados de los distintos procesos sean más asertivos que con otros animales, los posiciona como sujetos de valor para procedimientos experimentales.

Si bien el uso de canes no es frecuente en América Latina, estos si son utilizados comúnmente en Estados Unidos (USA) y la Unión Europea (UE), específicamente los perros raza Beagle debido a que son aún más dóciles y “manejables” que el resto: el producto ideal para procesos científicos. Estos incluyen pruebas de seguridad y eficacia para medicamentos (humanos o veterinarios), así como investigaciones de trastornos/enfermedades humanas.

Sorprendentemente, estos animales no son la primera opción para los ensayos biomédicos, por lo que se utilizan en un porcentaje muy pequeño de procedimientos a diferencia de otras especies. Al menos en la UE, más del 90% de la investigación con animales se realiza con ratones, ratas y peces, en lugar de con animales grandes, como los perros. Por otra parte, su legislación no permite la experimentación con ningún animal si existe un método alternativo disponible, sin ellos.

En el caso de tener que recurrir al uso de estos animales, la UE exige informes detallados que incluyan el propósito de la investigación, estableciendo algunos de los requisitos más estrictos para el cuidado y uso de animales de laboratorio, e indicando especial y justificado énfasis en el cuidado y uso de perros.

Asimismo, en Reino Unido también cuentan con regulaciones que garantizan el resguardo de los animales usados en experimentos y el tipo de alojamiento que deben tener, su sociabilidad con otros de su especie, el ejercicio que deben mantener, entre otras cosas. En el caso de Estados Unidos, existe la Ley Federal Sobre el Bienestar Animal (AWA, siglas en inglés) que constituye normativas para la protección de los animales utilizados para fines científicos y exhibición, incluyendo las disposiciones para el transporte de animales con fines comerciales.

No obstante, las normativas establecidas en distintas zonas no han evitado que existan maltrato y abusos hacia los perros en la industria, poniendo en riesgo la vida de dichos seres no humanos.

Fallas en la práctica

Para que los perros puedan ser usado en experimentos, primero se debe adquirir el animal en cuestión. Por este motivo, empresas privadas han fundado criaderos de perros con fines científicos, lo que conlleva a que sean parte de procedimientos de reproducción, crianza y adaptación con su entorno. Además, en la mayoría de los casos, los canes son trasladados a distintos laboratorios que se hallan en distintas localidades, incluso otros continentes.

Este último, es considerado un proceso sumamente angustiante para estos animales. “El transporte es un factor de estrés significativo que puede tener un impacto tanto en el bienestar animal como en la validez científica de cualquier estudio futuro que implique a los animales o sus camadas”, acorde a la Guía de Transporte para animales de laboratorio, publicada por la Asociación de Ciencia de Animal de Laboratorio (LASA, en sus siglas en inglés).

A pesar de ello, los traslados se siguen realizando, y eso no es todo: al llegar a su destino los perros son sometidos a múltiples procedimientos que le causan daños físicos y psicológicos, para luego ser encerrados en jaulas pequeñas y en mal estado.

Beagle Freedom Project (BFP), una organización sin fines de lucro que se especializa en rescatar y realojar animales usados en laboratorios, han sido testigos a lo largo de su labor de las condiciones deplorables en que viven los canes en la industria. Uno de los más recientes, fue presenciado en Oklahoma, donde un laboratorio realizaba experimentos con perros, gatos y otros animales, quienes presentaban heridas, se encontraban en espacios reducidos y mostraban altos niveles de estrés. Tras años de denunciar el constante maltrato animal que sucedía en las instalaciones, el centro cerró sus puertas. Hoy ha sido transformado en un santuario animal a cargo de  la organización animalista.

Otro caso de maltrato animal fue localizado en Cumberland, Virginia (USA), a manos de la empresa Envigo RMS en 2022. Esta situación fue llevada a tribunales por el Departamento de Justicia de EE.UU., que alegó la comisión de múltiples actos de crueldad con animales.

En ese entonces en las instalaciones del lugar, los inspectores dieron cuenta que los perros estaban siendo alimentados con comida que contenía gusanos, moho y heces, mientras que a algunas hembras lactantes se les negaba cualquier alimento.Asimismo, notaron que a algunos perros los mataban en lugar de darles atención veterinaria por afecciones que podían tratarse fácilmente y, en otra ocasión, 25 cachorros murieron por exposición al frío. Así lo informó el medio BBC News.

Sin ir más lejos, recientemente la organización animalista Rise For Animals ha publicado en sus redes sociales imágenes de Gryffin, un ex perro de laboratorio que presenta daños extremos en sus dientes delanteros como signo de haber “masticado su jaula” en el pasado.  

Los casos mencionados no son aislados, pues existe una gran cantidad de acusaciones contra entidades privadas que han abusado de su poder y han ejercido maltrato a estos animales, poniendo aún más urgencia a detener dichas prácticas.

¿Qué medidas se están aplicando para reducir las pruebas en animales?

En la UE, la Directiva 2010/63/CE, relativa a la protección de los animales utilizados en procedimientos científicos, entró en vigor en los Estados miembros el 1 de enero de 2013. Desde ese entonces, la Directiva ha mejorado los estándares de bienestar animal y ha ordenado la aplicación de la Reemplazo, Reducción y Refinamiento («3R») de los animales de investigación en toda la UE, además de apoyar la investigación con animales solo cuando no existen métodos alternativos, cuando los beneficios potenciales son convincentes, cuando está justificada científica, legal y éticamente y se cumplen los estándares de bienestar.  

Del mismo modo, otros países con centros que realizan experimentos en animales han comenzado a aplicar la regla de las “3R”, optando por reducir el uso animal.

No obstante, esto no es suficiente. Dado a los hechos, se ha evidenciado que las legislaciones y normas no dan abasto y tampoco son supervisadas adecuadamente, lo que resulta en la práctica en constantes maltratos y violencia animal, no sólo para perros de laboratorio, sino también para otras especies usadas en experimentos.

En este contexto, es de suma importancia que se habiliten nuevos métodos alternativos al uso animal en la industria biomédica y reducir al máximo estos crueles procedimientos. De este modo, se lograrán procedimientos más éticos y respetuosos con otros seres sintientes no humanos, y dejar de someter al “mejor amigo del hombre” a este tipo de prácticas.