¿Sabemos realmente qué estamos colocando en nuestra piel?
El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) publicó su “Estudio descriptivo sobre disponibilidad de información relacionada a productos de cuidado facial comercializados en plataformas electrónicas: Skincare”, una investigación cuyo objetivo es evaluar la cantidad de información con la que cuentan las y los consumidores al realizar la compra de un producto de estas características.
En la actualidad, el cuidado de la piel se ha vuelto parte fundamental de nuestra rutina. La piel está diariamente expuesta a diversos factores externos como la contaminación y la radiación UV, así como a factores internos como la genética, nutrición y condiciones médicas, por lo que protegerla no sólo va en lo que consumimos, sino también en los productos de cuidado que utilizamos para ello.
La relevancia de su aspecto no sólo tiene un impacto significativo en nuestra salud y bienestar, sino que también influye en cómo nos sentimos respecto a nuestra apariencia, regula nuestro estado de ánimo y es representativo de lo que se considera “belleza” en estos días.
El uso de limpiador facial, tónico, exfoliantes, aceites, cremas y bloqueador, son algunos de nuestros esenciales para cumplir con estas expectativas y lucir una piel limpia, tersa y pareja, una rutina de la que no estamos cerca de librarnos. Por esto, cuando adquirimos estos productos faciales, esperamos con ansias los resultados que prometen, que los ingredientes e información proporcionada en los envases tengan efecto en nuestro rostro.
Esta tendencia de mantener la piel rejuvenecida ha generado una alta demanda de productos skincare, lo que no ha pasado desapercibida en el mercado ni por las autoridades que lo regulan.
El pasado diciembre de 2023, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) publicó su “Estudio descriptivo sobre disponibilidad de información relacionada a productos de cuidado facial comercializados en plataformas electrónicas: Skincare”, una investigación hecha con el objetivo de evaluar la cantidad de información con la que cuentan las y los consumidores al realizar la compra de un producto de cuidado facial mediante distintas plataformas digitales en el comercio chileno.
Para efectos de este estudio, Sernac analizó la información de los productos ofrecidos en las páginas web de diversas empresas del comercio (farmacias, supermercados, tiendas de retail y tiendas especializadas), comparándola con la información obligatoria que se debe indicar en la rotulación de un producto cosmético acorde a la normativa nacional vigente D.S.239/02 del Reglamento del Sistema Nacional de Control de Cosmético.
Esta norma establece que la información entregada debe incluir el nombre del producto, su finalidad cosmética, formato, instrucciones y advertencias de uso, precauciones de almacenamiento, ingredientes, activos cosméticos, nombre y/o razón social comercializador, país de procedencia y número de registro aprobado por el Instituto de Salud Pública (ISP).
En este contexto, la muestra abarcó 361 productos de skincare comercializados en 10 plataformas de venta, considerando su oferta e información, antecedentes solicitados a proveedores de oficio, normativa nacional vigente junto a otra comparativa a nivel internacional, precios y reclamos. Esto último, se obtuvo de la misma base de reclamos de la entidad, de la que pudieron extraer 718 reclamos asociados a productos de cuidado facial en el periodo de 2020 hasta 2023. Estas quejas son principalmente por motivos de problemas con despachos, reclamos comerciales, problemas con la calidad y la seguridad del producto.
A continuación, te presentamos los resultados expuestos en la investigación, centrándonos principalmente en los dos últimos factores mencionados.
PRINCIPALES RESULTADOS DEL ESTUDIO
Al analizar el cumplimiento general relacionado a la entrega de información de los productos y que se sostiene a la norma D.S.239/02, el 49% de la información se encontraba disponible frente a un 51% de información que no se encontraba a disposición para los consumidores que adquieren estos productos de manera online.
De los productos analizados, la mayoría informaba el nombre, finalidad cosmética y el formato del producto, el 70% de ellos informaba los activos cosméticos usados para cumplir con la finalidad cosmética, el 58% entregaba las instrucciones de uso y sólo un 34% comunicaba el país de origen, aspectos básicos que no perjudican del todo la toma de decisión de compra informada.
No obstante, lo que sí dificulta esta acción es la falta de entrega de información sobre advertencias de uso, donde sólo un 11% lo informaba, al igual que sólo un 14% comunicaba sus ingredientes, un 3% las precauciones de almacenamiento y sólo 1% el registro de ISP. Todas características relacionadas a la seguridad del producto.
A pesar de ello, se analizaron otros puntos relevantes de informar a las personas que adquieren productos faciales a través del comercio online. Por ejemplo, se detectó una mejora de información respecto a las declaraciones de los productos (93%), la frecuencia de uso (72%), tipo de piel a la cual está destinado el producto (60%) y parte del rostro donde se aplica (85%).
Además, se pudo apreciar que casi la totalidad de las empresas que comercian de manera electrónica entregan un 50% de la información mencionada.
Según lo indica el documento de la investigación, los criterios que más se informaron en la plataforma de venta, tales como el precio, las declaraciones, finalidad cosmética, formato de venta y sus activos cosméticos, tienen relación directa con el marketing del producto, pues son los puntos principales en que las personas se fijan al comprar.
INFORMACIÓN CLAVE PARA DECISIONES DE COMPRA
Como consumidores, probablemente no hemos tenido mayor problema con la información disponible mencionada en el párrafo anterior. Sin embargo, al analizarlo con profundidad, no es información suficiente para asegurarse que lo que se está adquiriendo y utilizando en la piel es 100% seguro o de calidad.
Acorde al informe, existen brechas significativas de información en las páginas web respectos a productos de cuidado facial. Del total de los productos analizados de las plataformas de las empresas, existió un incumplimiento desde un 70% a un 100% de desinformación en estos aspectos, un hecho que perjudica a que las personas consumidoras puedan ejercer una decisión de compra exitosa.
La insuficiencia de información, según lo indica el estudio, también va ligada a la falta de igualdad de condiciones de las personas consumidoras que adquieren productos mediante plataformas digitales con las que los adquieren en las tiendas físicas, pues presenta desventajas para personas con algún tipo de problemas de movilidad, adultos mayores, personas que viven alejados de zonas comerciales, entre otros.
Considerando los aspectos expuestos, se hace énfasis en mejorar los estándares de información para este tipo de productos en las plataformas de comercio online, impulsando a la industria a mejorar y habilitar un espacio seguro y con la información suficiente para las personas usuarias de sus productos.
Asimismo, se sugiere a las y los consumidores a hacer compras de manera efectiva y consciente, optando por adquirir productos autorizados y legales, que estos artículos entreguen toda la información respecto a la seguridad, uso y registro oficial del ISP. De igual manera, es importante elegir los productos adecuados al tipo de piel o a las necesidades específicas de cada usuario, para así lograr una compra inteligente y que, efectivamente, proteja nuestra piel.
Te recordamos que nuestra ONG sólo certifica marcas que cuentan con el registro del Instituto de Salud Pública del país, entidad encargada de regular el mercado cosmético y la seguridad de estos productos para el uso de las personas.
Si quieres leer el estudio completo del Servicio Nacional del Consumidor, ingresa aquí.
Si quieres revisar las marcas registradas por el ISP y que son Cruelty Free, ingresa acá.
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