post |Publicado el 06-06-2018

[Hombres CF] Mi higiene bucal cuidando a los animales y al medioambiente.

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Mi kit de higiene bucal.

¡Hola! ¿Qué tal, gente lectora? Un placer escribir nuevamente aquí. Estaré subiendo entradas miércoles por medio.

Nos guste o no maquillarnos -independiente del género con el que nos autopercibamos- la higiene bucal es un tema cosmetológico que nos involucra a todas las personas (¡espero!). Es una rutina de cuidado personal tan naturalizada que nos olvidamos que también se trata de cosmética, y como tal, podemos estar usando productos testeados en animales y generando importantes impactos negativos en el medioambiente.

Entonces cabe preguntarnos, ¿queremos realmente que el simple hecho de lavarnos los dientes involucre abuso y opresión hacia los animales y hacia el planeta que habitamos? Si la respuesta de alguien es sí, ¡por favor déjeme un comentario! porque me interesaría muchísimo conocer las razones.

Para nuestra tranquilidad -para la del planeta y todo lo que sustenta- existen alternativas a lo convencional a la hora de cepillarnos los dientes. Personalmente, he probado diferentes productos comprados y hechos por mí mismo (D.I.Y.) para incorporarlos a mi rutina de higiene bucal. En este post no me extenderé contándoles todo lo que he probado pero sí detallaré sobre lo que mejor me ha funcionado. Vuelvo a repetir, personalmente.

Partamos por lo simple: el cepillo de dientes. El cepillo que conocemos hoy en día es un concepto súper reciente. En 1938 aparece el primero bajo el nombre comercial de "Miracle Tuft", un par de años luego de la invención del nylon por Wallace H. Carothers. Esto fue hace menos de 100 años. Si sabemos que una pieza plástica como ésta tarda cientos de años en degradarse, no es difícil imaginar la cantidad de cepillos de dientes que hay en este momento repartidos por rincones del mundo generando impactos significativos para el medioambiente. De hecho, si lo pensamos bien, el primer cepillo de dientes que se creó ¡aún debe existir! Y más terrible aún se vuelve el escenario si tenemos conocimiento de nuestro crecimiento poblacional exponencial/descontrolado, y si le sumamos que al menos cada 3 meses lo estamos cambiando por uno nuevo (que viene envuelto en plástico, por cierto).

"Miracle Tuft", primer cepillo de dientes plástico.

"Miracle Tuft", primer cepillo de dientes plástico.

Pero y, ¿qué se usaba antes de la llegada del cepillo de dientes plástico? Desde "palos para mascar" en la civilización egipcia a. C. que consistían en una ramita con forma de lápiz, similar a lo que hoy conocemos como "palillo de dientes" o "mondadientes", pasando por otros materiales como esponjas, madera y bambú hasta técnicas que implicaban uso de animales como plumas de pájaros, huesos de animales, espinas de puercoespín, marfil, cerdas de jabalí o crines de caballo.

Ahora vamos a lo que nos convoca. ¿Qué es lo que uso yo? Hace menos de un año supe que en Chile ya se comenzaban a vender alternativas más cuidadosas con el medioambiente. Cepillos de diente hechos de bambú y fibras de diferentes materiales. ¿Qué ventaja tienen? Que son potencialmente compostables. Es decir, que si nos hacemos cargo de destruirlos en pequeños trozos una vez terminada su vida útil para someterlos a un proceso de compost (degradación controlada de materiales orgánicos), podemos lograr reincorporar a la tierra estos materiales para cerrar el ciclo de manera más circular.

Conozco un par de marcas diferentes que podemos encontrar en Chile. La que más me ha gustado es la marca BioBrush, porque:

  • Es chilena, producto local.
  • Fue creada por odontólogos/as de la Universidad de Chile con respaldo de investigación.
  • Sus cepillos están hechos de bambú y nylon biodegradable con adición de cobre, aumentando las propiedades antibacterianas del bambú.
  • Por cada 4 cepillos vendidos, 1 es donado al sector más vulnerable del país.
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Cepillo de dientes BioBrush.

¿Dónde los pueden encontrar? En @VmartChile, una tienda de productos veganos atendida por sus propios dueños: una familia vegana. ¡Soñado! (Tienen también tienda online con envíos a todo Chile).

Eso en cuanto a cepillos respecta. ¿Y qué pasta de dientes no testea en animales? En Chile es posible encontrar un par de marcas certificadas Cruelty Free, como por ejemplo: Kiss My Face, Weleda, Himalaya, Biofilia y Lush.

¿Todas cuidan el planeta? Ninguna lo hace, esa labor la haces tú jajaja. Pero hablando de formatos de presentación y packaging, hay algunas marcas que demuestran mayor preocupación que otras. Rescato, por ejemplo, que la caja en la que vienen las Himalaya son 100% recicladas y reciclables. O que las alternativas de Lush, además de cumplir con lo anterior, también cuentan con políticas de comercio justo hace unos 10 años, donde la marca transparenta que se van supervisando y desarrollando relaciones lo más directas posibles con los productores, para poder así asegurar que sus proveedores reciban sueldos justos y trabajen en buenas condiciones laborales.

Es por todo esto que actualmente la marca con la que más me he sentido cómodo ha sido Lush. Y el producto que he estado usando con buenos resultados es Limelight, unas tabletas dentríficas sólidas que se mordisquean para formar espuma y luego se procede al cepillado con el cepillo humedecido. La sensación es súper similar a la que se siente con cualquier pasta dental corriente. Los sabores son más suaves, también más ricos. Pueden leer los ingredientes aquí. Y lo más importante, se siente una limpieza real. La botella (reciclada y reciclable en la misma tienda) tiene un valor de $6.900 (CLP) y contiene 90 tabletas aprox. Yo he estado usando 1/2 tableta por cepillado, con buenos resultados, por lo que una botella debiese durarme 2 meses, gastando algo así como $40 (CLP) por cada cepillado.

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Limelight de Lush y cepillo de dientes BioBrush.

Para finalizar, les comparto cómo complemento a veces mi rutina de higiene bucal. Preparo mi propio enjuague bucal en base a agua filtrada, bicarbonato de sodio y aceites esenciales (los encuentran en @Cosecha.Lunar). Es súper simple. En una botella de vidrio limpia y seca, junto los siguientes ingredientes:

  • 400 ml. de agua filtrada.
  • 1 cdta. de bicarbonato de sodio (que compro a granel llevando mi propio frasco en @LaNacionalGranel).
  • 6 gotas de aceite esencial de árbol del té + 6 gotas de aceite esencial de menta (propiedades antibacterianas y refrescantes).
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Ingredientes para mi enjuague bucal.

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Aceite esencial Tea Tree.

Luego simplemente agito un poco antes de usar, tomo -sin tragar- un pequeño sorbo, revuelvo enérgicamente con mis mejillas por unos segundos y finalmente escupo bien todo el contenido, sin enjuagar. Esto lo hago cuando busco una limpieza más profunda o cuando quiero sentir mi aliento extra fresco.

¡Y ya! Espero les sea de gran utilidad conocer mi experiencia y recomendaciones en torno al tema. Nos vemos en dos miércoles más.

¡Les espero en los comentarios!

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