Hola a todos y a todas, espero que en este tiempo difícil en el que un virus es el causante de este confinamiento, muchos de nosotros estemos tomando un tiempo de reflexión y en la pausa que este mismo nos dio en nuestras vidas pensemos en lo que no debemos hacer nuevamente para evitar la contaminación ambiental, la explotación de la fauna y flora de la región, así como también la repercusión que tienen estos lamentables hechos en relación con nuestro ecosistema y el daño que causamos a la capa de ozono, puesto que a fin de cuentas todo lo que hacemos mal es hacernos daño propio.

En esta cuarentena, lo que significaba un respiro para el mundo de la contaminación de cierta manera fue un retroceso, ya que los daños a un futuro cercano se duplicarán a lo poco que se había logrado reducir el gran impacto de los desechos y la huella de carbono, que se está presentando en diferentes partes del mundo por el cese de actividades industriales y demás procesos contaminantes.

Es verdad que muchos países la están pasando mal por falta de suministros médicos, implementos de seguridad y por procesos de desechos contaminantes mal ejecutados, ya que como se sabe los componentes de estos implementos en su mayoría están conformados por plástico, un contaminante que lleva siglos para su descomposición.

A diario las personas hacen uso obligatorio de estos como las mascarillas, guantes, mamelucos o trajes del personal médico, bolsas, que sí o sí tiene que ser desechados, pero no cumpliendo con un correcto protocolo acuden únicamente a seguir arrojando estos desechos en el mar o en diferentes áreas no aptas para esta clase de residuos, es que acaso con la crisis de salud que estamos atravesando, nadie está tomando conciencia de lo poco que habíamos avanzado, estamos retrocediendo a lo que se había ganado con la reducción del plástico.

Hace poco se supo que el agujero de la capa de ozono se redujo en un gran porcentaje y lugares como la Antártida se recupera con las bajas temperaturas que acostumbraba presentar, pues si analizamos hace un par de meses se veía que poco a poco los deshielos estaban en aumento por el calentamiento global, esto a raíz de las decisiones tomadas de no transitar, no arrojar desperdicios en los ríos, así mismo contaminar con minerales tóxicos como el petróleo, o el seguir aumentando la isla de plástico con más de estos objetos, ya que más de 8 millones de toneladas de basura plástica terminan en el océano. Ya sabemos que esto aumentaba las emisiones de efecto invernadero, pero a partir de que estamos en esa cuarentena se están cuadriplicando las cifras de contaminación por los implementos de protección sanitaria, que son necesarios en esta época y todos los países están en la continua producción y compras de los mismos.

Como recomendación sería el adquirir o realizar nuestras propias mascarillas con materiales ligeramente gruesos para evitar el mal uso de materiales plásticos, recordar que el tapaboca debe ir desde la parte inferior de los ojos hasta la quijada. Es difícil que todos los que no somos médicos podamos tener un protocolo de cómo deshacernos correctamente de estos productos, por ello acudo a comprar o a realizar mi propia mascara con pañolones o alguna tela de los siguientes materiales, que lo recomienda el Ministerio de Industria Comercio y Turismo de España basado en un estudio para que las mascaras que se realice uno mismo cumplan los estándares y protocolos de salubridad, tales son el algodón puro, poliéster texturizado, 100% poliamida sintética de material vegano, así después de la exposición al ambiente de estos mismos se pueda pasar por un correcto proceso de desinfección como colocarlos en una parrilla sobre el agua en plena ebullición por ambos lados por un periodo de 5-10 minutos, así como también dejarlos remojar en desinfectantes.

Si alguien tiene otra forma de cómo eliminar estos utensilios sin contaminar el ambiente, háganlo y compartan sus métodos con amigos y familiares para evitar al máximo la contaminación y el uso de los mismos.