articulos |Publicado el 28-06-2022

¿Cómo sobrellevar el duelo de una mascota?

Tal vez el título suene un poco retador o triste en ciertos casos, pero lo que sé es que no puede haber un manual sobre cómo sobrellevar la muerte.

Hola, espero que se encuentren muy bien. En esta oportunidad, quiero compartirles este post, que es un tanto personal en cierto modo, ya que son cosas que hice cuando mi conejita trascendió en febrero de este año. Al escribir esto siento un poco de tristeza, pero a la vez, como algo que queda atrás; lo cual me enseña que el duelo es un proceso y cada uno sana a su manera.

Si hablamos de la muerte, vienen muchas cosas a nuestra mente... Sí, ¿muerte?... Esa palabra dura y nada agradable. Sobre todo, si nos referimos a nuestros compañeros de cuatro patas, que están en las buenas y en las malas, que llegan a formar parte de nuestra vida y familia.

Y hablo de Blanca Jr., mi conejita de color blanco, por eso el nombre, de 4 kilos, orejas y rabo grande, de 3 años y medio, súper curiosa y juguetona, me hace feliz el recordarla; me gusta mencionar que trascendió más no murió, porque a mi parecer muere el que no es recordado. A la vez, sé que está en un lugar mejor donde no existe el dolor.

Así fue como: dormir, desconectar, cuidar, escribir y sanar, fue todo un proceso para mí y eso fue lo que hice.

Dormir: Dormí lo que creía necesario, me dolía la cabeza y los ojos, por lo cual me di el tiempo de descansar.

Desconectar: Me desconecté de las redes sociales que consumía, salí de Instagram, dejé de ver TikToks y de entrar a WhatsApp.

Cuidar: En mi caso tengo más conejitas y debía cuidar de ellas. Sabían lo que pasaba, porque se daban cuenta de que faltaba alguien más. Dedicarles tiempo y mostrarles mi afecto era una muestra de amor.

Escribir: Escribir todo lo que sentía me ayudó a sanar, a liberarme, a sentirme en paz y a recordarla de la mejor manera. Me sentí mejor, me di cuenta de que escribir es una terapia.

Sanar: Sanar para mí significa que la herida ya no duele, lo sentí al pasar las semanas. Planté una rosa blanca en mi jardín, en el lugar donde descansa, porque para mí significa que no será olvidada, significaba estar bien internamente y exteriormente; volví a leer, a hacer algo de ejercicio y a pasar tiempo con mis conejitas, Panda y Carboncita.

Sabía por lo que estaba pasando, por cómo me sentía y también sabía que todo el dolor iba a pasar, fue mi proceso y ahora lo abrazo, me agradezco el tiempo que tomé para sanar. 

Sé que somos distintos y pasamos por diversas maneras de procesos, quiero que este post, sea de la manera que haya llegado a ti, se sienta como un abrazo y una motivación para seguir, los animales cambian nuestras vidas como nosotros la de ellos.

¡Gracias por leerme! Te envío un abrazo y nos vemos en otros posts.