Si estás leyendo esto, es porque estás en contra de que los animales, seres vivos y sintientes, sean utilizados como objetos en la industria cosmética. Has intentado dejar de consumir productos que experimenten en ellos y así no apoyar esta crueldad. Pero, ¿te has preguntado si los ingredientes de las cosas que usas también son libres de crueldad animal?

Una certificación como la de PETA nos asegura que la marca que consumimos no experimenta en animales, pero debemos ser cuidadosas también con los ingredientes. En este caso, haré mención de uno muy popular, y cabe decir que de cierta importancia a nivel cultural en México: el ácido carmínico.

Es un tinte natural obtenido de la cochinilla americana. Desde tiempos muy antiguos era utilizado para lograr el famoso color carmín. Es utilizado para todo tipo de alimentos comerciales, como dulces, embutidos, galletas, botanas... Aunque los productos importados de Estados Unidos suelen emplear la variedad artificial. También se emplea en algunas telas, sin embargo, sólo en las de alta costura o teñidas manualmente, pues el sintético reduce los costos. Pero sigue siendo utilizado usualmente en el maquillaje.

Desde labiales hasta sombras, rubores y bronceadores... Y no sólo rojos, también se ocupa para colores marrón, violeta, rosa, etcétera. Suele venir en las etiquetas como:

E-120 (en alimentos) C.I. 75470 Natural Red 004 Carmín Podemos evitarlo, ya son muchas las marcas que consiguen los colores rojo, púrpura o café sin necesidad de triturar a ningún ser vivo.

A algunas personas podrá parecerles esto una exageración, pues la cochinilla (Dactylopius coccus) no suele despertar la misma ternura que un gato o un perro pequeños. Sin embargo, hablamos de un animal también y el veganismo está en contra de su utilización para estos colorantes. Hablamos de, apróximadamente, 70,000 de estos insectos que son triturados para obtener una libra de tinte. Podrán simpatizarte o no, pero no es tan difícil respetar sus vidas.

Porque ¡siempre hay alternativas! Dos opciones vegetales sugeridas por PETA son el jugo de remolacha y la raíz de alheña. A diferencia de la opción de origen animal, estos dos ingredientes no poseen toxicidad conocida. Sobre el ácido carmínico se han realizado algunos estudios (por ejemplo, los de National Geographic), en los que ha despertado una alerta el riesgo a la salud de los que lo consumen.

¿Tú qué opinas?