Aún existen muchas ideas erróneas sobre la experimentación animal, muchos mitos y dudas. Mi propósito es aclarar e informar. Cualquier pregunta sobre el tema que quieran aclarar o algún mito que busquen desmentir, no duden comentarlo. ¡Gracias por leerme!

¿Es verdad que la industria cosmética ya no experimenta en animales?

Erróneamente, se piensa que la experimentación animal va en camino a convertirse en sólo un mito y que las medidas tomadas por la Unión Europea bastan para que las marcas dejen de lado esta horrible y cruenta práctica. La realidad es que estamos todavía alejados de la meta de erradicar la experimentación in vivo por completo, pero esperemos que algún día sea una realidad. Humane Society International calcula que más de 500 mil animales son asesinados cada año después de pasar por duras pruebas para crear productos de belleza y cuidado personal. Adicionalmente, en China esta práctica sigue siendo exigida por ley, por lo que todas las marcas que importan a ese país deben pasar por estas medidas.

¿Es cierto que en la Unión Europea todas las marcas son cruelty free?

Según información de Cruelty Free International más de 4 millones de animales se utilizaron para pruebas en ingredientes químicos el año 2018 bajo la ley REACH. Esto nos refuerza que los animales siguen siendo utilizados para experimentos en Europa, a pesar de la prohibición para cosméticos. Por ello, debemos ser, en cualquier lugar del mundo, consumidores conscientes y es nuestro deber buscar siempre las alternativas certificadas como cruelty free.

¿Qué animales se utilizan en los experimentos?

Los más utilizados en la industria cosmética son roedores, conejos y conejillos de india. Pero en otras industrias se usan ratas, ratones, ranas, perros, gatos, conejos, hámsters, monos y cerdos, e incluso peces, invertebrados y pájaros.

¿De dónde provienen estos animales?

La mayoría son criados bajo circunstancias específicas para obtener “mejores resultados” en la experimentación, los llamados bioterios. Sin embargo, existen informaciones que indican que algunos son capturados de la naturaleza, de las calles (sí, nuestros amigos caninos o felinos callejeros pueden ser tomados y torturados por las grandes industrias) o suministrados por vendedores que los obtienen de subastas en refugios. Casi siempre, el final es el mismo: los animales son asesinados tras ser utilizados en los experimentos.

Las estadísticas demuestran un incremento en estas crueles prácticas, pero esto no significa que debamos desistir, sino trabajar más arduamente en ello. Recuerda siempre escoger productos libres de testeo en animales.