La situación que está viviendo el mundo es complicada desde cualquier perspectiva. Hemos tenido que experimentar cambios pequeños y otros totalmente radicales en nuestro día a día. No poseemos control de lo que sucede más que con acciones de prevención y de información pero, ante cualquier circunstancia difícil, hay que ver lo que podemos hacer y no centrarnos en lo que no podemos.

En lo personal, creo que es una gran oportunidad para hacer cosas que antes postergamos, y es el momento más oportuno no sólo para reflexionar sobre nuestra vida y sociedad, sino también para cuestionar nuestros hábitos de consumo y de nuestra relación con la naturaleza. ¿Qué estamos haciendo con el planeta? ¿Cómo es que llegamos a este punto crítico?

El ser humano tiene que cambiar para que nuestra existencia sea sustentable.

Por ello, quiero tocar el siguiente punto, aunque es un tema mucho más complejo: no caigamos en el consumismo exacerbado, a lo que somos muy proclives hoy en día. Tras mucho tiempo sin salir de casa, las ofertas de compras en línea se ven muy tentadoras; pensamos que puede que nos haga sentir un poco mejor comprar aquello que tanto creemos desear, que cuando volvamos a las calles usaremos esa linda prenda o podremos lucir esos lindos zapatos, etcétera. Pero son trampas: en realidad eso no nos hará sentir mejor. Lo complicada que es la situación nos hace querer refugiarnos en cosas así de banales, pero debemos afrontarla de la mejor manera, con algo que sea saludable para nuestra mente, nuestro cuerpo y que sea amigable con la naturaleza.

¿Y esto qué tiene que ver con nuestra causa libre de crueldad? ¡Pues todo! Si no respetamos la naturaleza, no respetamos a los animales, ni a nosotros mismos, que eso somos. Si en lugar de aprovechar la crisis que atraviesa el mundo para reflexionar, cuestionarme y crecer lo que hago es tomar una actitud condescendiente conmigo, entonces nada habré aprendido de esto. Y la humanidad necesita mejorar, necesita cambiar.

En fin, algunos consejitos relacionados a la belleza para esta cuarentena:

• Reorganiza tu maquillaje.

Sácalo, límpialo, organízalo. Recuerda que el maquillaje caduca, por lo que yo te recomiendo dejar lo que menos utilizas de forma que lo tengas más a la mano, de esta forma te recordarás que debes emplearlo más. Deshecha lo que ya no sirva si ya no puedes darle otro uso, evitemos acumular (y es útil para ver cuánto desperdiciamos en ocasiones). A veces, incluso, tenemos cosas que ni recordábamos que teníamos.

• No compres más de lo que necesitas.

Como mencionaba anteriormente, somos propensos a caer en el consumismo. Eso no sólo afectará nuestro bolsillo, también es necesario que cambiemos para siempre si queremos mejorar y volver nuestra estancia en la tierra algo sostenible.

• Maquíllate para ti.

Aunque no salgas, date una ducha, arregla tu cabello y utiliza tu maquillaje. No sólo porque es perecedero y si no le damos uso caducará, sino porque mejorarás al practicarlo y, sobre todo, porque te hará un bien a nivel psicológico. Está demostrado que descuidar nuestro aspecto físico (algo en lo que es fácil caer durante esta cuarentena) afecta nuestra salud mental, y hoy debemos procurarla más que nunca. Puedes proponerte seguir un challenge o experimentar cosas que no te atrevías a usar antes, ¡hazlo para ti!

• Apapáchate.

Apapachar es un verbo utilizado en México que significa dar cariño, una caricia tierna que no necesariamente tiene que ver con algo físico. Proviene del náhuatl patzoa, que utilizaban para referirse ablandar algo. Sería bueno que nos diéramos ese cariño. No con comida chatarra o abundantes compras. Ya que no podremos ir al súper tan seguido por mascarillas comerciales, ¿qué tal unas hechas en casa con ingredientes vegetales? Aguacate, zanahoria, tomate, papaya, ¡la naturaleza nos ha dado tantos regalos! Es el momento ideal para aprovecharlos. Consiéntete. También puedes prepararte un smoothie, un té, un rico café, para acompañarte mientras ves una película, lees un libro o escuchas tu música favorita. Haz algo que te haga sentir bien de verdad.

• Intenta dormir lo suficiente.

No habrá mascarillas, corrector o filtro que corrijan los daños que los malos hábitos de sueño pueden causar a tu piel (sin hablar de lo que hacen a tu salud física y mental). No descuides esa parte tan importante de tu vida. Por desgracia, no somos vampiros eternamente lozanos y perfectos que no necesitan dormir, somos simples humanos que deben hacerlo.

• Experimenta.

Prueba cosas nuevas en tu maquillaje, seguro que encuentras habilidades en ti que creías que no tenías. ¡Que tu cara sea tu lienzo! ¿Y en la cocina por qué no? México es un país muy afortunado por la variedad de frutas y verduras que tenemos a nuestro alcance, ¿alguna vez lo has pensado? ¿Te has dado cuenta de lo barato que es comprar una manzana aquí a comparación de otros países? ¿O qué tal probar un nuevo hobbie? Hazlo, aunque te digan que no es algo productivo o que no eres bueno en ello, lo importante es que a ti te guste.

Seamos conscientes de que hay gente que tiene que salir a trabajar, que corren el riesgo día con día. Debemos cuidarnos para no exponer a las personas que no tienen opción de resguardarse en sus casas. Sé que es una situación muy difícil para todes, pero intentémoslo. Salgamos adelante habiendo aprendido algo.

Cuídate mucho, te mando un abrazo.