*Fotografía Destacada de Davis de La Casita del Bosque

A Black y a Ámbar los adopté cuando no tenían ni dos meses de edad, los encontraron junticos y solos en una zona rural al borde de una carretera y yo los acogí en mi familia. Black creció siendo un gato bastante sociable y cariñoso, le encantaba acompañarme en mis caminatas por el campo. Ámbar, por el contrario, podía perderse largas horas y no aparecer sino hasta que era la hora de la comida. Era evidente que a pesar de que eran gatos hermanos, eran completamente diferentes porque cada uno tenía su propia personalidad.

Los seres humanos tenemos personalidad porque somos seres sintientes, somos conscientes de nosotros mismos, tenemos experiencias subjetivas y tenemos intereses propios, esto es lo que nos diferencia de las cosas. Una mesa no siente, no tiene intereses y tampoco posee una personalidad, sencillamente porque es algo y no alguien.

Aquellos individuos que no son considerados personas, son considerados cosas. Cosas que podemos usar como medios para nuestros fines ¿Son entonces los demás animales algo o alguien? ¿Son cosas o personas? Nuestra legislación dice que son bienes muebles aunque se hace la salvedad de que son seres sintientes, pero son protegidos de la misma manera como se protege un bien inmueble. Se protegen porque pertenecen a alguien y no porque sean sujetos de derechos, nada que sea considerado una cosa puede ser sujeto de derechos, solo las personas lo son.

En el 2015, en Buenos Aires, una jueza le concedió a la orangutana Sandra el estatuto de "persona no humana", otorgándole el derecho a la vida y a la libertad, por lo que el zoológico de Buenos Aires tuvo que dejarla libre para posteriormente ser llevada a un santuario de primates, pero este interés de vivir y de ser libre no es único para los primates, todos los animales al ser sintientes tenemos estos mismos intereses y de acuerdo al principio de igualdad, intereses iguales deben ser tratados de igual manera.

Los demás animales no van a obtener derechos hasta que dejen de ser considerados cosas, esto quiere decir hasta que sean considerados personas, personas no humanas. Estudios científicos han confirmado que no solo los humanos poseemos una personalidad, entonces ¿Por qué seguirnos apegando al concepto de persona como sinónimo de ser humano? Si nos interesa avanzar en el tema de derechos animales, si estamos en contra de su explotación, debemos empezar por reconocerlos por lo que son, de lo contrario ninguna lucha a su favor podrá tener sentido si su estado será siempre el de propiedad.