¡¡Hola a todos!! ¿Cómo están? ¡Espero que muy bien!

En esta ocasión, quiero aprovechar nuestro espacio de interacción, para compartir con ustedes, pequeños cambios que podemos hacer en nuestra vida cotidiana, sin mayores complicaciones, ni gastos de dinero o tiempo, en pro de la preservación del ambiente en que vivimos.

En primer lugar, quiero mencionar que en Argentina, según las cifras oficiales publicadas por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, cada habitante genera 1.15 kg de basura por día. Esto deriva en un total aproximado de 45.000 toneladas de basura por día en todo el país. Tenemos que hacer algo al respecto ¿no creen?

En el siguiente gráfico podemos apreciar, cómo se divide lo que se denomina Residuos Domiciliarios, es decir, lo que generamos en nuestros hogares:

En este post vamos a centrarnos en todo lo que es plástico, pero no tiene forma de botella o envase, sino aquellos de pequeño tamaño, como por ejemplo, los envoltorios de alimentos, los sorbetes o bombillitas, las tapitas de gaseosas, bolsas de supermercado, etc.

¡Atención! Si tienen papel o cartón en su composición (como los envoltorios de yerba o de resmas de hojas), no son aptos para esta técnica de reciclaje.

Bien, ¡manos a la obra!

En primer lugar, tenés que elegir una botella de agua, de gaseosa, de champú, de jabón líquido para la ropa, etc. Te sugiero por experiencia, que elijas una bastante grande, porque te vas a sorprender de la cantidad de plástico que desechas por día. A este elemento, lo llamaremos Botella de Amor.

¡Muy importante es que todo lo que deposites ahí, tiene que estar limpio y seco! Si están húmedos pueden generarse hongos.

En segundo lugar, a medida que vas introduciendo los plásticos, también debes ir empujándolos con una varilla del largo de la botella, para que de esta manera, se compacten en su interior. Si quedan espacios, lo vas a notar al pararte sobre la botella (con cuidado) porque se va a aplastar.

Por último, debes buscar cuál es el lugar en tu localidad que las recibe.

Ahora seguramente te estarás preguntando qué hacen con las Botellas de Amor una vez que se las entregas… ¡No lo vas a poder creer! Se convierten en madera 100% de plástico, ecobloques y baldosas para veredas como las que podés ver en una Estación de Servicio de Posadas, mi ciudad, provincia de Misiones, donde encontramos la ONG Vecino Sustentable (@VecinoSustentablePosadas) y sus colaboradores.

De la misma manera que las veredas, las Botellas de Amor se pueden convertir en mobiliario urbano, como mesas de jardín, cestos de basura, juegos para parques. Les dejo un ejemplo para que puedan entender el valor de lo que consideramos basura:

Esta es una de las maneras en que podemos contribuir con el cuidado del ambiente. En los próximos posts, voy a seguir compartiendo otras ideas. ¡Nos vemos pronto!