En América Latina, Guatemala, Colombia y México ya han legislado por la prohibición de experimentación en animales para cosméticos. Otros países de la región se encuentran avanzando también en conseguir este objetivo, como Brasil, donde el Distrito Federal y 11 estados han legislado para acabar con este testeo; y Chile, donde el  proyecto de ley fue finalmente discutido y aprobado en la Cámara de Diputados, lo que significa un gran paso para comenzar la discusión legislativa que lo convierta en un país cruelty free.

En el caso de Argentina, lamentablemente, aún no existe una prohibición respecto al uso de animales en testeo para cosmética. En los últimos años, los proyectos levantados han estado enfocados a la promoción del desarrollo de métodos alternativos que reemplacen el uso de animales no humanos en laboratorios (Expediente 1758-S-2017); y a la prohibición en todo el territorio nacional del uso de animales para la investigación, desarrollo, elaboración, pruebas o testeos para la comercialización de productos cosméticos (Expediente 2816-D-2019). A pesar de aquellos esfuerzos, ninguno de estos proyectos ha conseguido avanzar y conseguir resultados que acaben con estas pruebas de una vez por todas en Argentina.

Frente a esta realidad, en el año 2017 la organización ALFA Animalista inició una petición en la plataforma Change.org apoyando el Proyecto de Ley de la ex Senadora por la provincia de Río Negro, María Magdalena Odarda, que planteaba la prohibición de estos testeos. El llamado actual de la organización, que ya ha reunido cerca de 500.000 firmas en la petición, es para que el Congreso de la Nación genere nuevos proyectos de ley que busquen acabar con el testeo en animales para la industria cosmética de manera URGENTE.

Hoy en día, sabemos según documentación oficial de normativas del país que se continúa permitiendo el testeo en animales para determinados productos. La Disposición 8224/2016, con respecto a los productos de aseo y cuidado del hogar, deja en evidencia que aquellos productos considerados desinfestantes (plaguicidas) domisanitarios, se encuentran altamente expuestos a testeo animal debido a los exigentes requerimientos técnicos que existen para garantizar seguridad en términos toxicológicos y, en el caso del uso de ingredientes activos no autorizados, la prueba en animales es obligatoria. Insecticidas y repelentes (de uso ambiental o en superficies) son algunos de los productos que se incluyen en esta categorías.

Uno de los testeos que aún se sigue permitiendo es el test DL50 (Dosis Letal 50). "La prueba DL50 se desarrolló en 1927 para medir la toxicidad aguda de ciertos compuestos en animales vivos. Consiste en la administración forzada mediante ingesta, inhalación o vías parenterales, de distintas cantidades de una sustancia, lo que conlleva dolorosas y agonizantes consecuencias para los animales (dolor, convulsiones, diarrea, hemorragias nasales y bucales, vómitos, muerte", como informa la organización AnimaNaturalis. Este test concluye cuando muere mitad de la población utilizada para el experimento.

Esperamos que Argentina pronto de un paso hacia la creación de proyectos de ley que alcancen la prohibición de estos testeos crueles e innecesarios y, también, avance hacia una legislación más empática y consciente de los derechos de los animales.

Te invitamos a continuar escogiendo marcas certificadas cruelty free por organizaciones oficiales como son Cruelty Free International, Leaping Bunny Program, Peta y nuestra ONG, para asegurarte de que estás adquiriendo productos libres de testeo en animales.

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