noticias |Publicado el 01-04-2019

USA MARCAS BONITAS, DE VERDAD

En Colombia, la industria del maquillaje el año 2016 facturó 2.955 millones de dólares, con un aumento de 3,1% y para finales del 2017 se calcula en 3.054 millones de dólares, es decir, el sector crecería 3,3% en comparación con el 2016. Pero no todo en esta industria es tan bueno y “bonito” como crees. Es irónico que en una categoría en donde lo que más importa es la belleza, existan horribles prácticas y abusos en contra de los animales como ocurre con muchas marcas de maquillaje y cuidado personal que hay en el mercado. Si los fabricantes de tales marcas les importa tanto la belleza, ¿por qué no empiezan por ellos mismos? En mi opinión es muy sencillo: es un excelente negocio. Si bien las grandes multinacionales han tenido cierta presión en los últimos años para buscar métodos alternativos en vez de probar sus productos, fórmulas y materias primas en animales, esto aún sigue ocurriendo porque el uso de conejos, cobayas, monos, perros, gatos y ratones, sigue siendo más barato que dichos métodos.

Recientemente me pasó algo que les quiero contar: una amiga muy cercana tenía un problema de acné algo avanzado. Mientras más cubría los barritos y espinillas con su maquillaje, más se irritaba y empeoraba. Como tenemos mucha confianza me atreví a pedirle que me mostrara su maquillaje y cuando leí el reverso del empaque, dicho maquillaje contenía algunos parabenos y talco. Inmediatamente le recomendé cambiarlo y le regalé algunos que yo uso libres de crueldad animal por supuesto, pero además veganos y orgánicos. Después de 3 días empezó a mejorar notablemente, no se imaginan cuanto. Obviamente no solucionó su problema de acné pero cuando le salen algunos granitos, estos se secan y desaparecen en pocos días.

Para muchas marcas la prioridad es reducir costos y márgenes para poder vender a un precio más asequible y ser más competitivas. Existen algunas que incluso aún, usan ingredientes tóxicos y perjudiciales para la salud como los parabenos, el aluminio, el polietilenglicol, el triclosán o sulfato de sodio, por mencionar algunos. Solo es cuestión de tomarte unos minutos y leer en el posterior de cada empaque (en letra muy menuda, por supuesto) que ingredientes contienen para así saber lo que estás usando. 

Otra cosa que me encanta de las marcas Cruelty-free es que siendo consecuentes con su filosofía del no maltrato y respeto hacia los animales y la naturaleza, tiene otros valores agregados. Por ejemplo, usan empaques fabricados con materiales 100% reciclables como el vidrio o el bambú además usan ingredientes orgánicos y saludables para tu salud y otras tienen empaques recargables, muy lindos y finos tanto que cuando se te acaban puedes darles otros usos como este pastillero o una matera para tus plantas.

Consumir marcas libres de crueldad animal es una opción muy bonita (bonita, ¡de verdad!) que a muchos les falta descubrir. Hacerlo no es difícil y como ves obtienes muchos beneficios para los animales y para ti como consumidora. Muchas gracias y hasta la próxima.